La de García Lorca es la voz lírica y dramática más genial, original y célebre de las letras castellanas de este siglo. De él se ha dicho que convertía en poesía todo cuanto alcanzaban sus sentidos. Los mitos, costumbres, personajes y paisajes característicos de Andalucía están fascinantemente presentados en sus obras, en las que las imágenes y metáforas sorprenden por la fuerza y capacidad de lograr una profunda compenetración entre elementos cotidianos y oníricos. El ritmo peculiar de sus poesías entronca con el género musical árabe-español cante jondo.
Nació en Fuentevaqueros, Granada. Estudió Derecho y Literatura en Universidades de Granada y Madrid. De notable sensibilidad artística, se interesó apasionadamente por la música y las canciones populares, algunas de las cuales solía cantar acompañándose él mismo al piano. También era aficionado al arte pictórico; en una ocasión realizó una exhibición de sus obras en Barcelona; personalmente ilustró algunos de sus libros. Fue amigo de Dalí, Bretón y Buñuel.
Bajo la influencia de los modernistas escribió en 1921 Libro de poemas. En la segunda de sus obras, Canciones de 1927, aparece con claridad su visión dramática del mundo español. Un año después publicó Romancero gitano -volumen con el que la poesía española consigue uno de sus éxitos resonantes y el lirismo andaluz su universalidad-, y en 1931 El poema del cante jondo. En ambos libros manifiesta su auténtica voz lírica, que identifica en forma perfecta los elementos populares con los cultos, y los reales con los simbólicos.
En 1929 viajó a Estados Unidos y estudió en la Universidad de Columbia. El viaje le inspiró Poeta en Nueva York, la más vanguardista de sus obras; su visión del barrio negro de Harlem es alucinante y sombría, típicamente andaluza. De regreso, pasó rápidamente por Cuba y logró captar e interiorizar los ritmos e imágenes del afrocubano.
Como autor dramático provocó una revolución en la escena; con sus obras, que constituyen lo más trascendente de su producción, "remoza el patetismo hispano y lo lleva de lo local a lo universal". Bodas de sangre, Yerma, La casa de Bernarda Alba, (trilogía de la frustración femenina), son dramas renovadores del teatro clásico español, poético y realista a la vez.
Después de dirigir la compañía ambulante "La Barraca" y llevar el teatro clásico a muchas regiones de España, viajó a Buenos Aires. Al regresar se instaló en Granada; allí le sorprendió la insurrección militar. Sin habérsele abierto expediente ni efectuado ningún juicio, víctima inocente de la guerra civil, fue sacado de prisión y fusilado en el barranco de Viznar.