Roma. La batuta de Riccardo Muti inaugura oficialmente en La Scala de Milán las fastuosas celebraciones con las que Italia quiere recordar, en el centenario de su muerte, a uno de sus mayores símbolos, el compositor Giuseppe Verdi (1813-1901).
El "año verdiano", como se han bautizado los numerosos homenajes organizados dentro y fuera del país, incluye conciertos, congresos, proyecciones fílmicas de óperas y películas, además de la apertura de un museo audiovisual y la inauguración de una gran exposición dedicada al célebre autor de La Traviata .
El punto de partida de las celebraciones sólo podía ser el mítico teatro milanés de La Scala, uno de los mayores templos líricos del mundo y escenario de muchos de los exitosos estrenos de las óperas del genio de Busseto (Parma), como Nabucco , Otello o Falstaff .
Muti, uno de los grandes directores de orquesta del mundo que hoy también mostrará su talento como pianista, se ha decantado por un inédito repertorio compuesto por piezas sacras, dos fragmentos de la Misa de Requiem y arias de sus obras menos conocidas como Oberto y Attila .
Los tenores Ramón Vargas y Vittorio Grigolo, las sopranos Violeta Urmana y Barbara Frittoli y el bajo Michele Pertusi serán esta noche los encargados de interpretarlas ante un público escogido, entre el que estará el presidente de la República, Carlo Ciampi, en primera fila.
Sólo unas horas antes, el jefe del Estado inaugurará en el Palazzo Reale milanés la "macro" exposición Giuseppe Verdi, el hombre, la obra, el mito , que abrió sus puertas el viernes y hasta el 25 de febrero próximo.
Organizada por la Fundación de La Scala, el Ayuntamiento milanés y el comité nacional para las celebraciones verdianas, la muestra recorre la trayectoria vital y profesional del genio de Busseto a través de 1.200 piezas: objetos personales, partituras, bocetos, muebles y retratos que ayudan a revivir a Verdi y su época.