
Toronto (Canadá). La llegada del exBeatle Paul McCartney a Canadá para protestar contra la caza de focas ha iniciado la guerra anual entre organizaciones ecologistas y el gobierno canadiense.
Paul McCartney y su esposa Heather visitaron hoy los hielos flotantes que cubren el golfo de San Lorenzo, en el extremo oeste del país, donde decenas de miles de focas arpa paren sus cachorros e esta época del año.
McCartney y su esposa, conocida por su oposición a cualquier tipo de caza, tienen programado viajar de nuevo mañana, viernes, a la misma zona invitados por la Sociedad Protectora de Animales de Estados Unidos (HSUS).
En estos momentos, las focas hembra están aprovechando los hielos flotantes para alumbrar a sus cachorros, los mismos animales que en pocas semanas serán las víctimas de una cacería anual que es criticada por organizaciones de defensa de los animales como HSUS o el Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW).
Desde que en la década de los años 70 la actriz francesa Brigitte Bardot empezó su campaña contra la caza de focas en la costa atlántica canadiense, las organizaciones defensoras de los derechos animales se han esforzado en traer cada año a destacados personajes públicos para llamar la atención.
Rebecca Aldworth, directora de HSUS para asuntos canadienses, señaló a EFE que la presencia del matrimonio McCartney en los hielos flotantes "es un enorme impulso para la campaña".
"Esto va a alertar al mundo de lo que pasa en la costa atlántica canadiense. Mucha gente piensa que la caza de focas acabó hace años pero no es así. De hecho ha aumentado en los últimos años", explicó Aldworth.
En 1976, el primer año en que Bardot lanzó su campaña, se permitió la caza de 129.999 focas, y en el 2005, la cifra superó ligeramente los 320.000.
A las pocas horas de saberse que Paul McCartney viajaría a la costa atlántica canadiense, el Ministerio de Pesca de Canadá contraatacó y lanzó un comunicado para explicar la posición gubernamental.
Phil Jenkins, portavoz del Ministerio de Pesca, señaló a EFE que las autoridades canadienses todavía no han determinado la cuota exacta de animales que los cazadores podrán matar este año, pero dijo que posiblemente será muy similar a la del 2005.
"Este año las condiciones del hielo han sido malas. El invierno ha sido especialmente cálido, lo que hace que el grosor del hielo sea sólo de 28 a 30 centímetros cuando lo normal es de 60 centímetros a un metro" explicó Frank Ring, uno de los funcionarios del Ministerio de Pesca canadiense a cargo de la zona del Golfo de San Lorenzo.
La delgadez del hielo puede suponer una mayor mortalidad de las crías de foca, ya que durante los primeros días de su vida no pueden nadar.
A pesar de las críticas de HSUS e IFAW sobre la crueldad de la caza -los animales son golpeados en la cabeza con palos y despellejados en el hielo- o los efectos sobre la población futura de focas, Jenkins defiende la gestión canadiense.
"El último censo realizado el año pasado contabilizó 5,8 millones de focas arpa, cantidad ligeramente superior a la de hace cinco años. La población es saludable", explicó Jenkins.
Jenkins, quien se encuentra en la ciudad de Charlottetown, donde también está el matrimonio McCartney, destacó la "información errónea" que distribuyen los grupos ecologistas.
