El actor Nino Manfredi, quien apareció en algunas de las mejores comedias del cine italiano en las décadas del 60 y 70, falleció ayer en Roma a los 83 años.
El actor sufrió una apoplejía hace algunos meses, y desde entonces estuvo hospitalizado en una clínica de Roma.
Manfredi fue tal vez el último de los grandes actores de un período irrepetible de nuestro cine, dijo el alcalde de Roma Walter Veltroni.
El actor trabajó con algunos de los mejores directores italianos, entre ellos Dino Risi y Ettore Scola. En total, apareció en más de 100 filmes, en una carrera de 54 años que comenzó en 1949.
En 1968, protagonizó Traziami, Ma di Baci Saziami (Tortúrame, pero sáciame de besos), dirigida por Risi, y un año más tarde NellAnno del Signore (En el año del Señor), de Luigi Magni, donde compartió los papeles estelares con Alberto Sordi y Claudia Cardinale.
Uno de sus mayores éxitos fue Pane e Cioccolata (Pan y chocolate), de 1973, dirigida por Franco Brusati, donde hizo el papel de un inmigrante italiano que intenta ser aceptado en Suiza.
Al año siguiente, volvió a conquistar los corazones del público con Ceravamo Tanto Amati (Nos amábamos tanto) dirigida por Scola y donde también participaron el inmortal Vittorio Gassman y la bellísima Stefania Sandrelli.
Mal abogado
Saturnino Manfredi nació en Castro dei Volsci, a unos 80 kilómetros al sur de Roma, el 22 de marzo de 1921. Se graduó en derecho, pero pronto pasó a la actuación.
Comenzó su carrera como actor teatral, y compartió el escenario con figuras tan importantes como el legendario Edoardo de Filippo, pero pronto pasó a la pantalla grande, donde protagonizó varias de las comedias italianas más populares de su época.
En la televisión se ganó el favor del gran público con su memorable actuación en el papel de Gepetto, el titiritero creador de Pinocho, sin duda, una de las adaptaciones más exitosas de la novela de Carlos Collodi.
Manfredi también dirigió cine. Su película de 1971 Per Grazia Ricevuta (Por gracia recibida) fue aclamada por la crítica y ganó el premio Cámara de Oro del Festival de Cannes.
En el 2003, el Festival de Venecia le otorgó un premio de trayectoria, pero Manfredi no pudo presentarse en el Lido debido a su quebrantada salud.
Le sobrevivien su esposa Erminia Ferrari y sus tres hijos, Roberta, Luca y Giovanna, dijo una agencia noticiosa italiana.
No hubo informes inmediatos sobre las exequias.