Moscú. Los rehenes liberados del teatro Dubrovka de Moscú acumulan demandas civiles millonarias como indemnización por los graves daños físicos y síquicos sufridos durante su secuestro y polémico rescate.
Las demandas presentadas hoy por otros tres ex rehenes elevaron a ocho el número de víctimas que exigen un millón de dólares cada una al Ayuntamiento de Moscú por los daños recibidos en su liberación por las fuerzas especiales.
Igor Trunov, el abogado de los damnificados, informó en una rueda de prensa de que estos primeros ocho casos a partir de mañana martes serán estudiados en un sólo proceso por el tribunal del distrito Tverskói de Moscú.
Pero advirtió que en días próximos lloverán más demandas civiles, al cumplirse los 40 días de luto que muchas familias celebran por sus difuntos de acuerdo con la tradición ortodoxa, al tiempo que celebran consultas con los juristas para querellarse.
De los más de 800 rehenes tomados en el Dubrovka el pasado 23 de octubre por un comando suicida chechén murieron al menos 129, casi todos a efectos del gas a base de derivados de fentanilo, empleado por la policía para neutralizar a los terroristas.
Trunov explicó que uno de los ex rehenes que hoy presentaron la querella, Nikolái Liubímov, de 71 años, trabajaba como guardia de noche en el teatro, y su salud se deterioró notablemente a efectos del gas paralizante empleado en la liberación del Dubrovka.
Liubímov declara que quedó parcialmente discapacitado a causa del estrés vivido durante el asalto y, después, del gas somnífero, y que su discreta pensión no alcanza para pagar los medicamentos que necesita tomar para recuperarse.
Los otros dos querellantes son Larisa Frolova, quien perdió a su hijo y su nuera en la liberación, y Anna Bessónova, ella misma ex rehén y cuyo marido pereció a consecuencias del gas empleado.
Antes, han presentado demandas Alexandr Riábtsev y su hija Alexandra, que fueron rehenes; Svetlana Guenerálova, que estuvo en el teatro y perdió allí a su marido, así como Víctor Bondarenko y Piotr Sidorenko, cuyos familiares murieron en el Dubrovka.
Todos reclamaron una indemnización de un millón de dólares, menos el pensionista Sidorenko, quien exige 500.000 dólares por la pérdida de su hijo Yuri, como "único sosten económico familiar".
El asalto al teatro fue obra de un comando terrorista chechén -23 hombres y 18 mujeres- que exigió al Kremlin poner fin a la guerra de Chechenia bajo amenaza de inmolarse junto con los centenares de rehenes tomados, entre público, artistas y técnicos teatrales.
El 26 de octubre, grupos antiterroristas del Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB) lanzaron un asalto para liberar a los rehenes, aunque la mayor parte de éstos murieron a causa de la inhalación del gas empleado en la operación de rescate.
Médicos que atendieron a las víctimas del Dubrovka señalaron que muchos fallecimientos se pudieron haber evitado con una evacuación organizada y si las autoridades hubieran comunicado a tiempo el tipo de gas empleado en el rescate y suministrado el antídoto necesario.
Pero el Kremlin y la mayoría oficialista del Parlamento ruso han frustrado los intentos de crear una comisión especial encargada de una investigación abierta de la actuación de las fuerzas del orden, además absueltas de antemano por la Ley de Lucha Antiterrorista.
Así las cosas, las demandas fueron presentadas según el artículo 17 de esa Ley, que atribuye la responsabilidad jurídica a la entidad federada en cuyo territorio se produjo el respectivo atentado, en este caso la ciudad de Moscú.
Según datos del Tribunal Supremo, el plazo medio de un proceso por demanda civil en Rusia suele ser de entre 3 y 4 años, aunque en este caso promete demorarse bastante más, pues el Ayuntamiento se ha negado a asumir lo que dicta la ley y pagar las compensaciones.
El portavoz del Ayuntamiento, Serguéi Tsoi, indicó que las querellas son "infundadas e injustas", pues el Ayuntamiento no tiene la culpa de que el acto terrorista se haya perpetrado en la capital, y desvió las demandas hacia el Gobierno federal.
El portavoz recalcó que "el problema de Chechenia está fuera de las competencias de las autoridades moscovitas, ya que el arreglo de la situación en esa república separatista es una tarea federal".
Vladímir Platónov, presidente de la Asamblea Legislativa de Moscú, argumentó que el Ayuntamiento ya pagó 50.000 rublos (1.570 dólares) a los rehenes supervivientes y el doble a las familias de los muertos, pero insistió de que "no hay presupuesto para más".
Platónov subrayó que pagar las sumas millonarias significaría "sacarlas del bolsillo de los moscovitas", y recordó que la misma ley antiterrorista dispone cobrar "al presupuesto federal" lo que no pueda abonar el ente federado afectado, en este caso Moscú.
Edición periodística: Gerardo González y Juan Fernando Lara . Fuente: agencias.