Tora Bora, Afganistán. Los combatientes tribales afganos, respaldados por devastadores bombardeos y ataques de las fuerzas especiales de Estados Unidos, ocuparon las cavernas de Tora Bora donde se refugiaban los remanentes de al-Qaida y fijaron un plazo para la rendición incondicional de la red terrorista de Osama bin Laden.
Tras desplegar una última resistencia en la cima de un cerro azotado por el viento, centenares de combatientes extranjeros trataron de escapar al avance incesante de las fuerzas tribales, pero se vieron impedidos de hacerlo por el intenso fuego proveniente de un cañón cercano.
Hablando por radio, algunos combatientes pidieron clemencia y dijeron que estaban dispuestos a rendirse.
El jefe de defensa de la alianza tribal oriental, Mohammed Zaman, declaró un alto al fuego y exigió que las fuerzas de al- Qaida se desarmasen y saliesen de los valles de Tora Bora y Milawa, a más tardar a las 8:00 de la mañana hora local (0330 GMT) del miércoles o de lo contrario se preparasen para enfrentar un nuevo ataque.
Zaman agregó que los combatientes extranjeros serán entregados a las Naciones Unidas para ser sometidos a tribunales internacionales de justicia.
Pese a la barrida, el paradero de bin Laden continúa siendo incierto.
Otro comandante tribal afirmó que vigías de su grupo habían visto al jefe de al-Qaida el lunes en los alrededores de Tora Bora, pero no fue posible verificar esa afirmación en fuentes independientes.
El subsecretario norteamericano de Defensa, Paul Wolfowitz, dijo que los indicios más seguros apuntan hacia esa zona, pero admitió que los informes ``no son muy fidedignos''.
``No sé si está vivo o muerto'', dijo por su parte Zaman acerca de bin Laden. ``Mañana quizá podamos saber''.
La derrota del martes coincidió con la fecha en que se cumplen los tres meses de los ataques terroristas en Estados Unidos, que según Washington fueron organizados por bin Laden. El gobierno norteamericano ha ofrecido una recompensa de 25 millones de dólares por cualquier información que conduzca a su captura.
Zaman accedió a la tregua después de una conversación por radio con las fuerzas de al-Qaida. La conversación, que fue en pashtún, fue escuchada en parte por un intérprete empleado por The Associated Press.
Zaman dijo que los miembros de al-Qaida accedieron a rendirse en pequeños grupos, pero se manifestó escéptico ante la posibilidad de que se desarmen pacíficamente.
``Los entregaremos a las Naciones Unidas. Les pregunté si había mujeres y niños y me respondieron que sólo había hombres jóvenes'', dijo Zaman. ``Esta noche concertaremos un plan para sacarlos''.
Era difícil anticipar si las fuerzas de al-Qaida en Tora Bora se entregarían efectivamente o no. En el pasado, las fuerzas leales a bin Laden han prometido pelear hasta la muerte.
Tampoco se pudo determinar si había aún personal de al-Qaida escondido en las cavernas y los túneles que las comunican.
Un comandante de la alianza, Hazrat Ali, dijo que ``capturamos un montón de cuevas. Las más grandes estaban llenas de documentos y artículos de uso personal''.
Los miembros de al-Qaida ``han comenzado a huir, pero continuaremos combatiéndolos hasta matarlos o capturarlos'', añadió.
Edición periodística: Adriana Quirós Robinson, Editora nacion.com Fuente: agencias.