Buenos Aires, 15 ago (EFE).- Dos ex jefes de la organización armada argentina "Montoneros" detenidos ayer rechazaron hoy la acusación de presunta connivencia en la desaparición de una veintena de sus compañeros en 1980.
Roberto Perdía, el primer antiguo dirigente guerrillero en prestar declaración indagatoria, se defendió con un "discurso político" y evitó responder varias preguntas del juez Claudio Bonadío, a cargo del caso, informaron fuentes judiciales.
El otro detenido, Fernando Vaca Narvaja, dijo antes de entrar al despacho del magistrado que la investigación sobre la supuesta connivencia entre la dirección "montonera" y los mandos de la última dictadura militar (1976-1983) "es un mamarracho".
Mario Firmenich, el tercer ex comandante guerrillero involucrado, que reside en España y sobre quien desde ayer, jueves, pesa una orden internacional de captura, solicitó por medio de su abogado que el juez Bonadío le exima de ir a prisión por este expediente.
La justicia busca determinar si en 1980 los tres facilitaron la caída de 20 integrantes de Montoneros en manos de agentes del régimen militar argentino.
Por la llamada "Operación Murciélago", destinada a desbaratar una "contraofensiva" para la cual había regresado del extranjero el grupo de guerrilleros, también han sido procesados y están en prisión 27 represores de la dictadura.
"Existe un grado de sospecha de que en el secuestro, privación ilegal de la libertad, su posterior desaparición forzada y homicidio habrían tenido responsabilidad los integrantes de la conducción nacional" de Montoneros, subrayó Bonadío en un fallo difundido ayer.
Un día después de ser apresados por la policía en Buenos Aires, Perdía y Vaca Narvaja fueron llevados a los tribunales, a cuyas puertas se reunió un grupo de manifestantes y ex montoneros que reclamaron su inmediata liberación.
"No sé, no me acuerdo", fue la recurrente respuesta de Perdía ante la mayoría de las preguntas que le formularon el juez Bonadío y sus colaboradores durante unas cuatro horas de interrogatorio, señalaron portavoces del juzgado.
Al concluir la indagatoria, el abogado defensor de Perdía, Eduardo Soares, dijo a la prensa que "se pretende politizar la causa" juzgando, mediante la acusación contra ex dirigentes montoneros, "a la resistencia popular contra la dictadura".
El letrado dijo que pedirá al magistrado ampliar la semana próxima la declaración de su defendido y consideró que los informes oficiales que comprometen a los jefes montoneros "no pueden ser admitidos como prueba porque son informes que surgen del enemigo".
Por su parte, la esposa de Vaca Narvaja opinó que "es aberrante y perverso" que se acuse a su marido de haber entregado a sus compañeros guerrilleros cuando éste tiene una docena de familiares torturados y desaparecidos.
"Estamos dispuestos a afrontar todo lo que sea necesario pero para que quede claro qué es lo que pasó realmente en este país: que hubo una generación que estuvo dispuesta a dar su vida y a luchar por sus ideales contra un gobierno militar", señaló la mujer del ex guerrillero.
En cuanto al pedido de Firmenich, quien todavía no pudo ser localizado, fuentes judiciales indicaron que será analizado por el fiscal del caso, Oscar Almirante, antes de que el magistrado adopte una resolución al respecto.
Su abogado defensor, Osvaldo Beatti, señaló que el ex jefe montonero vive en las afueras de Barcelona, pero al parecer no se encuentra en esa ciudad española porque se fue de vacaciones junto a su familia.
Otro representante legal de Firmenich, Gustavo Maradini Drago, aseguró que, aunque desconoce el paradero de su cliente, él ex guerrillero colaborará con la Justicia.
La detención de esos ex montoneros se produjo tres semanas después del arresto de la gran mayoría de los 46 argentinos reclamados por el juez español Baltasar Garzón para responder por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura.
El pasado martes la Cámara de Diputados declaró nulas las leyes de perdón que beneficiaron a más de un millar de acusados de violaciones de los derechos humanos en la represión ilegal de la guerrilla.
Montoneros era una corriente nacionalista del Partido Justicialista (peronista), actualmente en el poder, que fue expulsada del partido oficial la fuerza en 1974 y desde entonces cometió diversos hechos violentos que conmocionaron a la sociedad.
Sus máximos dirigentes fueron sometidos a juicio tras el restablecimiento de la democracia en 1983 y recibieron duras condenas, al igual que los jefes militares de la dictadura.
En 1990, el entonces presidente peronista, Carlos Menem, concedió unos polémicos decretos de indulto por los que salieron en libertad tanto los mandos de las juntas militares como los guerrilleros, entre ellos Firmenich, Perdía y Vaca Narvaja. EFE
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