El ex ``topo'' de la CIA, un libio de 40 años de edad identificado en el tribunal como ``el testigo número 684: Abdul Majid Abdul Razkaz Abdul-Salam Giaka'', se sentó en el banco de los testigos protegido por una pared de vidrios blindados.
Su voz y su rostro fueron alterados al difundirse sus declaraciones en pantallas de televisión en la galería abierta al público. Pero se hallaba a la vista de los acusados, Abdel Basset Ali al-Megrahi y Lamen Khalifa Fhimah.
La fiscalía espera que Giaka, que desertó a los Estados Unidos en 1991 y trabajó para la CIA, ofrezca datos para vincular a los acusados con el atentado del 21 de diciembre de 1988.
Los tres trabajaban nominalmente para las Aerolíneas de Libia en Malta. Sin embargo, la fiscalía dice que eran agentes encubiertos del servicio de inteligencia libio.
Edición periodística: Adriana Quirós Robinson, La Nación Digital.
Fuente: agencias.