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Evangelio: San Mateo (9, 36-10,8)

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En aquel tiempo, al ver Jesús a las gentes, se compadecía de ellas porque estaban extenuadas y abandonadas, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: "La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies".








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