Camilo Rodríguez no le arruga la nariz a nada. Se le podría llamar un periodista "multimedia", pues hace de todo. Si se trata de trabajo, él le pone ganas y ahí se le ve, sea radio, prensa escrita o televisión.
Esto le ha ganado muchas críticas, pues algunos opinan que lo que quiere es figurar, pero él afirma, con una sonrisa, que no le importa que lo critiquen, que no se toma muy en serio y que se considera un muchacho de campo.
En efecto, él nació y creció en zonas rurales y todavía hoy sigue intrínsicamente ligado a uno de estos lugares, ya que sus padres viven en Guápiles y él viaje hasta allá todos los viernes para atender sus dos periódicos: El Guapileño y Viva Limón .
El lunes vuelve a la ciudad, y entonces se le ve en dos programas de televisión --en el 6 y en el 13-, se le escucha en radio Columbia, y se leen sus comentarios y entrevistas en los periódicos Al Día, Eco Católico y Ojo . Del último asumirá en estos días la dirección, pues José María Penabad, el actual director, se ausentará un tiempo del país.
Camilo es inquieto desde muy niño.
Cuenta que viene de familia humilde, y que desde chiquillo entendió que para surgir tenía que ponerle bonito, y eso es lo que ha hecho.
En conversación, larga y tendida, con Teleguía habló de eso y de otras cosas.
¿Cómo fue tu infancia?
Nací en Cartago, un 14 de febrero, estoy por cumplir 28 años y siempre viví en zonas rurales porque mi papá Rafael A. Rodríguez es agrónomo y biólogo. Me crié en Cervantes de Alvarado, un pueblito de Cartago, donde vivía mi abuelo materno José Joaquín Chaverri que fue la persona que tuvo más influencia en mi vida hasta que murió.
"Él me marcó mucho porque fue una persona muy buena, desde muy joven adoptó varios sobrinos cuyos padres tuvieron problemas, crió junto con mi abuela, Sarita Ramírez, 21 hijos adoptivos y cuatro hijas propias, la menor de ellas mi mamá, Sara Chaverri".
"Tengo dos hermanos, David de 24 años y Andrés de 18".
"Viví también en San Isidro de Pérez Zeledón, en Siquires y luego en Guápiles donde hice la secundaria en un colegio agropecuario público y pobre, con muchas necesidades, pues era la única forma de seguir junto a mis papás. Pero eso fue una dicha, pues me enseñó mucho sobre la vida".
¿Cuándo pensó en hacerse periodista?
El estudiar en un colegio público en donde di varias luchas por conseguir mejoras, como transporte para los compañeros que vivían muy largo, unido al hecho de que mi abuelo siempre tuvo una gran sensibilidad social me inclinó a pensar en esta profesión desde donde podía ayudar a la gente. En tercer año era presidente del colegio y tenía un periódico, y desde ese entonces se desató en mí la fiebre de llegar a ser periodista.
"A los 16 años fui a Estados Unidos para terminar el colegio e hice un poco de la universidad y me metí a trabajar en un periódico pequeño de Iowa, y me terminé de decidir. Eso se unió a que siempre que leía los escritos de don Julio Rodríguez pensaba que quería llegar a escribir como él".
¿Cómo se metió tan jovencillo en los periódicos?
A los 17 años hice un libro donde recopilé los artículos que había publicado en La República y La Prensa Libre desde los 16, y se lo obsequié a periodistas ya mayores que trabajaban en aquel momento, como José María Penabad, Julio Suñol y el padre Armando Alfaro, del Eco Católico , y a partir de ahí mantuve una amistad con ellos que me permitió seguir colaborando. Todos ellos, y Álvaro Fernández Escalante, han sido como mis abuelos. Siempre me ha gustado rodearme de señores mayores.
¿Y a la tele, cómo llegó?
También empecé muy pronto a escribir poesía, a los 16 años publiqué mi primer libro, y yo mismo busqué la plata prestada para pagar la impresión. Claro, se imagina qué libro, hasta me da risa. Luego me enteré de que Álvaro Fernández Escalante leía poesía en televisión e hice contacto con él y así fue como luego me propuso que hiciéramos el programa Alto contraste , cuando yo tenía 20 años. En realidad Álvaro ha tenido una grandísima influencia en mí; él vino a sustituir la figura de mi abuelo cuando aquel murió.
Siempre me llamó la atención, cuando veía ese programa, que siendo tan joven pudieras manejar con soltura muchos temas. ¿Cómo lograste desarrollar eso?
Mi papá ha sido un grandísimo lector. Se lee unos cinco o seis libros por semana, y desde que yo era muy chiquillo lo oía que se sentaba a hablar con amigos y conversaba de cualquier cosa, es un gran conversador. Siempre quise llegar a ser como él, y papá me inculcó ese amor por la lectura. No me decía qué leyera, pero estando muy pequeño me leía los Cuentos de mi tía Panchita , y casi no recuerdo de qué hablaban los cuentos, pero tengo tan grabadas las carcajadas que se echaba mi papá con ellos, que siempre que pienso en leer siento que es algo maravilloso.
¿Y en qué más has estado?
Estuve en tele en Aló que tal , Antena 9 e Informe 6 , también en un programa de Nono Antillón: hacía un segmento que se llamaba El Milagro , que era sobre cosas positivas. Fui el primer jefe de información de Informe 4 que ahora se transformó en Informe 11 , y desde hace tres años tengo Tertulias del 13 , en canal 13.
"A los 20 años fundé el periódico El Guapileño , con Sergio Fernández, que es una empresa familiar en la que mi mamá es la gerente y mi papá está con la circulación, y hace muy poco abrí otro, Viva Limón , para ir expandiéndonos en la zona atlántica".
"Sigo escribiendo para Al Dí a y el Eco Católico y en un momento escribí para el programa radial de la Cámara Nacional de Radio.
"En radio estuve en Monumental, como productor de un programa ,y ahora tengo un espacio en las mañanas en Radio Columbia que se llama De cara a la realidad ".
¿Y de todo eso, qué te ha gustado más?
Creo que la prensa escrita es la de verdad, donde uno tiene que ponerle más, porque ahí no hay cara bonita, ni buen cuerpo ni nada que minimice las metidas de pata. Ahí es solo uno con lo que escribe y lo que el lector lee.
¿Por qué estás en tanto, eso es algo que te critican mucho?
Como le dije, desde siempre supe que iba a tener que trabajar muy duro, y en estos momentos yo solo tengo salario de Repretel, el resto son espacios que yo tengo que buscar la publicidad y generar los ingresos. No me gusta ni tener ni ser jefe, y para poder ser independiente y autónomo tengo que hacer todo esto.
¿Sos platero?
No, no soy apegado a los bienes materiales, ni trabajo por plata, tengo obligaciones económicas y también ayudo a alguna gente, algo que heredé de mi abuelo.
¿Y aquello del que mucho abarca poco aprieta, no crees que se te puede aplicar?
No, yo busco mantener la calidad en todo lo que hago, yo no trabajo más que lo periodistas que están de planta en un medio, lo que pasa es que tengo que moverme de un lado a otro y eso se nota mucho, pero me he especializado en la entrevista, un género difícil de manejar, pero que cuando se llega a dominar no exige tanto tiempo ni recursos como otros. Porque yo siento a unas personas, en mis programas o en mis otros espacios, y hablo con ellos y con eso ya tengo resuelto el asunto.
¿Por qué la gente te siente pedante?
Yo empecé en televisión muy joven y hablaba de temas serios y me vestía de manera formal, entonces creo que a partir de eso la gente se formó un concepto por la imagen que percibe y no por lo que en realidad soy.
¿Y sos serio?
Ni soy serio, ni me tomo muy en serio, soy una persona de campo, sencilla, vengo de una familia humilde y desde chiquillo trabajo mucho, y esa es mi manera de servir a la sociedad.
¿Cómo es tu vida normalmente?
--De lunes a jueves estoy en San José, los viernes ando en cosas de cobros y facturas, algo que no me gusta para nada, y me voy para Guápiles, allá trabajo sábado y domingo, pero también es el momento que comparto con mi familia.
¿Tenés tiempo para lo que te gusta, aparte de trabajar?
Me encanta bailar, de todo, salsa, merengue, cumbia, y por lo menos bailo tres veces por semana, voy a los salones como el Palenque de Ojo de Agua, el Castroís Bar y el Rancho Guanacaste, y los fines de semana en los de Guápiles. Yo entro a bailar a las 11 de la noche y termino a las 3 de la mañana.
¿Tenés novia...?
Sí, ella se llama Alba Luz González, es psicóloga, de Guápiles, y ahora estamos trabajando con proyectos de asesoría en comunicación a empresas, ella es mi socia.
¿Te he oído mencionar varias veces a Dios, ¿qué lugar ocupa en tu vida?
Le va a sonar raro, pero todos los días rezo el rosario. De mi abuelo aprendí a hacerlo.
¿Cómo lo influenció su abuelo en todo...¿De su papá y su mamá que recibió?
De papá el deseo se ser un hombre culto, de mamá la sensibilidad.
¿Qué cosas lo han marcado?
Un cáncer que tuvo mi hermano David y que superó y un accidente de tránsito que casi me cuesta la vida. Me enseñaron lo importante que es la familia, y ahora la valoro mucho.