Saúl Hernández, fundador y exvocalista del prominente grupo mexicano de rock Caifanes, reanudará su oficio luego de un retiro obligado, en el que, según dijo, se recuperó de una adicción a las drogas y un tipo de cáncer.
Al desintegrarse Caifanes en 1995, Hernández formó al año siguiente el grupo Jaguares, que debutó con el disco titulado El equilibrio. El artista dijo que su regreso a los escenarios coincidirá con el lanzamiento de un segundo volumen discográfico y una gira artística por México, Estados Unidos, Puerto Rico y República Dominicana.
Su retorno estuvo precedido de 13 intervenciones quirúrgicas, a causa de tumores en sus cuerdas vocales. "Mi mal está controlado, pero no tiene cura, es algo que puede regresar y, ni modo, hay que atacarlo", señaló el cantante para quien el cariño de su público fue determinante para volver a los escenarios.
"No les puedo quedar mal, no puedo morir... Tengo que seguir cantando y componiendo. Un guerrero nunca es una víctima", dijo Hernández, quien reveló al mismo tiempo su lucha contra la narcomanía.
"No fui a ningún tratamiento, fue una lucha personal, yo le abrí la puerta de mi cabeza a las drogas y yo tenía que cerrársela... Tuve un mundo de drogadicción muy silencioso... Tardé un año en desintoxicarme", reveló el cantante.
Luego de los tiempos difíciles, el guitarrista y autor de éxitos como La célula que explota y El nervio del volcán, dijo que se dispone ahora a lanzar el segundo volumen de su álbum.
"Desde un principio pensé en lanzar un disco triple, pero viendo los problemas de mi enfermedad y de las disqueras, opté por dividirlo. Espero que el disco salga pronto", señaló.
La nueva formación del grupo, según dijo, estará integrada por sus antiguos compañeros de Caifanes, Sabo Romo y Alfonso André, además del exguitarrista de Maná, César López, y Javier Márquez.