Nuevo Laredo, (México) 23 jul (EFE).- Dos hombres fueron asesinados anoche en la ciudad mexicana de Nuevo Laredo, fronteriza EEUU, con lo que el número de muertos en hechos violentos ya suman cien en lo que va de 2005, reportaron hoy autoridades.
Jesús Flores Martínez, de 20 años de edad, fue asesinado a balazos ayer, viernes, cuando transitaba por una calle de esta ciudad que pertenece a Tamaulipas, uno de los tres estados del norte de México donde efectivos policiales y militares aplican el plan "México seguro" para combatir el crimen organizado.
La víctima fue interceptada por sicarios en una intersección en donde fue acribillado con armas de alto poder.
Cerca de la medianoche, Santiago Tapia Reyes, de 30 años de edad, fue asesinado por unos individuos que le dispararon desde un automóvil en marcha.
De ambos hechos tomó conocimiento el agente séptimo del ministerio público, Oscar Sepúlveda Contreras.
Con estos dos crímenes llega a 100 el número de asesinatos en lo que va del año en Nuevo Laredo, uno de los escenarios de la guerra que libran cárteles del narcotráfico por el control de las rutas de introducción de drogas a Estados Unidos.
La espiral de violencia tiene bajo un clima de miedo y desesperación a la población que ve que el plan "México seguro", aplicado desde el pasado 11 de junio, no está dando resultados.
Alejandro Sáenz Garza, dirigente en Tamaulipas del Partido Acción Nacional (PAN, al que pertenece el presidente de México, Vicente Fox), aseguró ayer ante legisladores que la alcaldía de Nuevo Laredo no colaborado para frenar esta ola de violencia.
Dijo que los habitantes de Nuevo Laredo deben cuidarse no sólo de los delincuentes sino de estar cerca de algún policía, pues podrían ser víctimas de un atentado, puesto que la ola criminal está también dirigida contra efectivos policiales.
En lo que va de este año, doce policías han sido asesinados en esta urbe, aparentemente como parte de los ajustes de cuenta entre cárteles del narcotráfico.
Sáenz Garza, quien preside la comisión de Seguridad Pública del Congreso de Tamaulipas, dijo que "ya se sabe que el origen del problema es el narcotráfico, pero sería conveniente analizar qué administración municipal contrató a los miembros que han sido ejecutados, y que evidentemente servían al bando delincuencial". EFE
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