Guitarras con armas, cuerdas con balas. Esas dos mezclas peligrosas dan lugar a una nueva película dirigida por Robert Rodríguez: Érase una vez en México (2003), con un héroe vaquero, guapetón y cantante encarnado por Antonio Banderas.
Además de pistolas, guitarras y tequilas, hay una chica galana llamada Carolina (Salma Hayek). Es la compañera del Mariachi (así se llama el vaquero). Por supuesto que hay más de un tipo malo, entre ellos un jefe narcotraficante llamado Barrillo, de cara dura, fea y mala, que se hace cirujía plástica, porque también es cara de barro. Lo personifica el actor Willem Dafoe.
Si hay mafiosos, hay policías. Ahí está Jorge, del FBI, encarnado por Rubén Blades con su cara de yo no fui, como cuando canta con Éditus. También hay un cínico agente de la CIA al que llaman Sands (Johnny Depp), a quien le arrancan los ojos porque se le olvida que mirón es palo mudo y se mete en juegos sucios.
Aparece el presidente mexicano, y bien que lo ridiculizan, con el aporte de Pedro Armendáriz Jr., actor que sirve para cualquier papel, siempre que sea secundario. El Mariachi tiene un amigo llamado Lorenzo, personificado por Enrique Iglesias, quien actúa tan mal como canta (y al revés).
El actor Mickey Rourke es Billy, personaje trágico. Por su parte, Eva Méndez es Ajedrez, la hija del mafioso que todos creían del lado policial: por algo se llama Ajedrez, una pieza de mujer en juego difícil.
Lo que queda en la película es una aventura enredada con un conflicto muy desordenado e incoherente. Extraño: con todo lo confusa que es la trama, el filme se carga de simplezas en su desconcierto narrativo, en su despelote visual y en su exceso de personajes.
Érase una vez en México es una secuela olvidable, luego de El Mariachi (1991) y de La balada del pistolero (1996), de este Robert Rodríguez que no solo asume la dirección, sino también el guion, la fotografía, la música, el montaje y el diseño de producción. Es omnipresente. Solo le falta actuar y escribir este comentario.
Qué, cómo y cuándo...
Érase una vez en México se exhibe en Magaly, San Pedro, Cariari, Plaza Mayor, Colonial, Variedades, Internacional, Liberia, San Carlos, Cinemark.
Entrada: De ¢1.200 a ¢1.500, según la sala.
Horario: Funciones regulares.