Brasilia, 24 may (EFE).- El Gobierno brasileño anunció hoy que desplazará 200 efectivos de la Fuerza Nacional de Seguridad para controlar los brotes de violencia registrados en las cárceles del estado de Mato Grosso do Sul (suroeste).
André Singer, portavoz del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, dijo que los refuerzos llegarán el próximo lunes y se distribuirán entre cuatro penales que fueron parcialmente destruidos la semana pasada, en medio de una ola de violencia que comenzó en las cárceles de Sao Paulo y se expandió por las calles de esa ciudad.
En los penales paulistas estallaron la semana pasada cerca de 80 motines y desde el interior de esas cárceles fue ordenada una ola de violencia que sacudió a la ciudad más poblada del país durante tres días y provocó la muerte de 133 personas, según cifras oficiales.
Las rebeliones en las cárceles fueron encabezadas por miembros del Primer Comando de la Capital (PCC), una banda mafiosa nacida hace más de una década tras las rejas y que desde entonces ha expandido sus tentáculos a presidios de todo el país.
Los presos de cuatro cárceles de Mato Grosso do Sul se sumaron la semana pasada a las rebeliones en Sao Paulo y destruyeron casi por completo las instalaciones carcelarias, generando así una crisis que escapó de las manos de las autoridades locales.
El gobernador de Mato Grosso do Sul, José Orcírio Miranda dos Santos, se reunió hoy con el ministro de Justicia, Marcio Thomas Bastos, con quien acordó el envío de los refuerzos, dijo Singer a periodistas.
El sistema penitenciario del estado de Mato Grosso do Sul es considerado uno de los más frágiles del país.
Según datos oficiales, la población penal llega a 8.266 reclusos pese a que las cárceles tienen capacidad para sólo 3.737 presos y el número de guardias penitenciarios es actualmente de 900.
La Fuerza de Seguridad Nacional, a la que pertenecen los 200 efectivos que serán desplazados a ese estado, está considerada un cuerpo de elite y sus miembros han sido entrenados para combatir el crimen combinando técnicas policiales y militares. EFE
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