Naciones Unidas, 26 dic (EFE).- El enviado especial de la ONU en Somalia, Francois Lonseny Fall, pidió hoy al Consejo de Seguridad que actúe para pedir un alto al fuego entre el gobierno provisional somalí, apoyado por Etiopía, y la Unión de Cortes Islámicas (UCI).
Así lo exhortó en una reunión de emergencia convocada después del recrudecimiento de los enfrentamientos entre los milicianos leales a las cortes islámicas y al gobierno provisional somalí.
"A no ser que se logre un acuerdo político a través de negociaciones, Somalia está a punto de afrontar un período conflicto y de fuerte inestabilidad, que sería desastroso para los somalís y podría tener serias consecuencias para la región", declaró Fall.
Del mismo modo, expresó preocupación por el llamado de los líderes de la UCI a iniciar una "yihad" contra las tropas etíopes dentro de Somalia, así como extender la lucha a otras ciudades y países.
El Gobierno etíope ha confirmado que dispone de 3.000 soldados luchando en Somalia y señaló que sus efectivos están a medio camino de completar su misión, que comenzó el domingo pasado con un ataque aéreo y terrestre al vecino país.
Pese al deterioro de la situación, Fall se mostró esperanzado por los resultados de la reunión que se celebrará mañana, miércoles, en Adis Abeba (Etiopía) con representantes de la Liga Árabe, Unión Africana (UA) y la Autoridad Intergubernamental sobre Desarrollo (IGAD) en lo que consideró que permitirá sentar las bases para el diálogo.
La IGAD, cuyos miembros son Kenia, Uganda, Etiopía, Sudán, Eritrea, Yibuti y Somalia, fue el órgano que auspició el proceso de paz para el territorio de Somalia.
En la reunión, los miembros del Consejo debatieron la adopción de una declaración presidencial para pedir a Etiopía que retire de inmediato sus tropas de Somalia, y para instar al gobierno provisional somalí y a la UCI a cesar las hostilidades y a reanudar las negociaciones.
"El Consejo de Seguridad pide que todas las fuerzas extranjeras se retiren de inmediato del territorio somalí y, en particular, exige a Etiopía retirar sus tropas y cesar sus operaciones militares dentro de Somalia", reza el borrador del documento.
Los miembros de este órgano destacaron el compromiso de Etiopía de retirar sus fuerzas de los territorios somalís y de preparar el terreno para la aplicación de la resolución 1.725 del Consejo de Seguridad de la ONU.
En dicha resolución, se autorizaba el envío de una misión de paz africana, IGASOM, con el objetivo de apoyar al gobierno de transición en Somalia, en la que no debe participar ningún país vecino, como es el caso de Etiopía, Yibuti y Kenia.
Por otro lado, en la declaración presidencial, también se hace un llamamiento a todas las partes, tanto dentro como fuera de Somalia, para que "se abstengan de cometer acciones que puedan perpetuar la violencia y la violación a los derechos humanos, y ponga en peligro el proceso de paz y empeore la difícil situación humanitaria".
Los miembros del Consejo también dejaron claro que no existe una solución militar al conflicto, y que la paz y estabilidad del país africano sólo se logrará a través de un proceso político y de diálogo participativo de todas las partes.
Las autoridades de Somalia están concentradas en la ciudad de Baidoa, a 245 kilómetros al noroeste de la capital Mogadiscio, y su poder no va mucho más allá.
El apoyo que han recibido de Etiopía les han permitido sobrevivir ante el avance de los milicianos de las cortes islámicas, por lo que el gobierno provisional argumenta que las tropas etíopes están en el país con su consentimiento.
El embajador francés ante la ONU, Jean Marc de la Sabliere, resaltó que el objetivo de la declaración es dejar claro que "cuando se dicen todas las fuerzas son todas".
Asimismo, agregó que ahora no es el momento de apuntar con el dedo a los responsables, y que lo principal es un alto al fuego y el diálogo, pues la solución sólo vendrá por la vía de la negociación.
Por su parte, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), António Guterres, expresó hoy su profunda preocupación por el incremento de los desplazamientos en Somalia, que podría afectar seriamente las operaciones de asistencia humanitaria, que ya de por sí están soportando mucha presión.
"Apelo a todas las partes del conflicto para que respeten los principios humanitarios y que protejan a la población civil. Lo último que tanto el pueblo de Somalia como nosotros necesitamos es otra oleada de desplazamientos masivos", dijo Guterres. EFE
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