Ser alto es una ventaja -o hasta un anhelo- para muchas personas, pero no para Leonid Stadnik, un ucraniano de 34 años que ostenta el título del hombre más grande del mundo.
Mide 2,55 metros; una estatura que le ha provocado un sinfín de inconvenientes: tiene que unir dos camas para dormir, camina agachado por su casa y sufre de continuos dolores de rodillas.
Mas eso no es lo peor. Los médicos le han dicho que todavía podría crecer algunos centímetros más, e incluso, superar a Robert Wadloy (1918-1940), quien alcanzó los 2,72 metros y figura como el ser humano más alto de todos tiempos.
Con sus 200 kilos (440 libras) de peso, Leonid es licenciado en veterinaria, pero se vio en la necesidad de abandonar su profesión porque sus enormes proporciones le impedían hacer adecuadamente su trabajo. Desde entonces, se dedica a la granja que posee en una retirada aldea de Ucrania.
Su vida fue normal hasta los 14 años, cuando, tras extirparle un tumor cerebral, los médicos le diagnosticaron una acromegalia: una secreción excesiva de la hormona de crecimiento que lo hace subir de talla en forma continua.
Los afectados por este padecimiento presentan una mandíbula prominente, tienen un mayor nivel de transpiración y padecen de severos dolores de cabeza. Leonid, además, sufre problemas de la vista y se marea constantemente. Otro de sus grandes problemas es la ropa. Su talla es siete veces XL y calza zapatos número 61, por lo que le es sumamente difícil conseguirlos. Un fabricante de Zhitomir, Ucrania, le obsequió hace un tiempo unas botas gigantescas que han sido su salvación para laborar en la granja.
Según dijo Leonid a Magazine de El Mundo, aunque en el campo lidia con muchas dificultades debido a su tamaño, prefiere vivir allí que en la ciudad. Hace un año un amigo lo invitó a su casa en Alemania y el viaje en autobús, durante 38 horas, fue dramático.
"Me cansé tanto que me prometí a mí mismo nunca ir a ningún otro sitio. Es fastidioso que todos se te queden mirando", dijo, convencido de que el mundo no esta hecho para un gigante como él.