Vivazo siempre lleva a Chogua su Perro Mata a la escuela. Pero esta mañana Chogua andaba de malas pulgas y, sin que nadie se diera cuenta, el muy bandido se escapó cuando su dueño estaba poniéndo atención a la maestra.
La mascota se metió a toda carrera en un bosque y Vivazo lo siguió entre los árboles. Chogua iba en un puro ladrido y Vivazo, por más que corrió, no logró alcanzarlo.
El niño se sentó a descansar en un árbol y a la distancia oyó un ladrido que venía de una casita en lo alto de una montaña. De la chimenea salía humo y un señor de barba blanca estaba sentado afuera.
Preocupado de que los ladridos fueran de Chogua, Vivazo se acercó al señor.
Buenos días, ¿esos ladridos no son de un perro verde con unas hojas en la cola?
Jeje, no niño, ese es mi perro Niebla que está jugando allá con Heidi, mi nieta, y con Pedro, el pastor de las cabritas.
Ahh, es que perdí a mi perro y creí que se había venido para acá. Mi nombres es Vivazo.
Mucho gusto, yo soy el abuelo. Me acuerdo que un perro así pasó corriendo por aquí hace un ratito. Me pareció bien raro pues nunca había visto uno así en Los Alpes.
Así Vivazo supo que el abuelo, Heidi, Pedro y Niebla habían salido hacía mucho tiempo en algo que llamaban televisión.
Éramos un éxito. Imaginate que nos transmitieron muchos años y nuestro programa lo veían tanto niños como adultos y abuelitos.
Sí, ya me acuerdo que la Niña nos había hablado de ustedes y de otros programas que la gente veía mucho, como el de las Chicas Superpoderosas.
Ah, si esas tres chiquitas que vuelan. Pues te cuento que son muy amigas de Heidi y a cada rato vienen a jugar con ella. Pero yo prefiero quedarme sentado y oír correr al viento entre los abetos.
Es cierto, esos árboles parece que cantan. A mí también me gusta mucho oír los sonidos de la naturaleza.
Y aunque a Vivazo le encantó el cuento del abuelo, seguía triste por Chogua, el perdido. Pero, la tristeza le duró poco pues, por esa magia de la televisión, el perro apareció pronto, gracias a Burbuja, Bombón y Bellota, sí, las mismas Chicas Superpoderosas.
Al final las fábulas viejitas y más nuevas se juntaron y todos terminaron comiendo queso y correteando en la pradera con Chogua, Niebla y hasta con Copo de Nieve.