Concierto de Aleks Syntek y el grupo Nacional Suite Doble
Planet Mall. Sábado 21 de febrero. 10:30p.m.
¿Habrá perdido el rock su fuerza crítica y espontánea con el advenimiento de la tecnología? O simplemente ¿las nuevas generaciones en las últimas dos décadas trascienden la euforia a través del grado de efectos? Las respuestas las sigo buscando después de conciertos como este.
Aleks Syntek se ha erigido como uno de los principales emisarios del techno pop rock latino, una faceta de la música joven contemporánea que no siempre corre por buen cauce, y conste que de ello queda eximido este pianista mexicano.
Syntek es el resultado de un proceso muy intenso que la música moderna aceptó desde que el sonido estéreo y la sincronización abrieron el camino a la grabación de pistas múltiples. Luego vendrían los primeros sintetizadores y los músicos se volvieron particularmente dependientes de las nuevas técnicas, a veces solo comprendidas por los ingenieros y técnicos de grabación.
Una buena cantidad de músicos, productores e intérpretes mediocres ha sido salvada por la campana de la tecnología o la programación electrónica, y ahora en el mercado las muestras abundan como bolsa de palomitas de maíz.
Todas saben igual, todas se parecen, y más de una se te queda entre los dientes desgraciando la sonrisa, cosa de mal gusto.
Insisto, no es este el caso de Aleks Syntek, quien ha construido su personalidad por encima de la gran cantidad de traumas sonoros que desde el país de los charros nos han invadido, como palomitas de maíz.
Lo que presentó en el concierto del sábado fue una antología de su producción comprendida entre 1986 y 1996. Casi dos horas en que algunas de sus canciones más conocidas fueron coreadas por una gran multitud que fue a escuchar, entre otras: Volando bajo, Más fuerte de lo que pensaba, Sin Ti y su más reciente éxito en la radio; Sexo, pudor y lágrimas . En esta ocasión lo acompañaron nuevos músicos entre los que sobresalió el guitarrista Javier Calderón. Este chavo mantuvo durante todo el concierto un consistente telón de armónicos y solos que confluyeron apropiadamente con todo el trabajo en los teclados que Aleks suele plantear.
Las composiciones de Syntek gozan de una policromía muy bien estructurada, desde ingeniosos giros sobre la línea melódica hasta impredecibles cambios de ritmo y acento.
Sus arreglos por lo general respetan la musicalidad de las palabras y las frases literarias obtienen un reconocimiento por parte de la instrumentación, lo que nos brinda una visión muy nítida del gran conocimiento musical que posee Aleks. Este es, por cierto, un aspecto importante en la carrera artística del simpático mexicano: cultura musical.
Su colección de más de dos mil discos avala cualquier indagación sobre su personalidad creativa, pues es notoria la diversidad de escuelas, estilos y corrientes musicales que se aglutinan en una sola de sus canciones.
La noche musical empezó con el grupo Suite Doble quienes se preparan para presentar el segundo disco. Les recuerdo, a los de Suite, que la calidad de su nuevo material (ya tuve la oportunidad de escucharlo) es tan buena que el sonido se convierte en algo fundamental durante sus futuras presentaciones en vivo.
Esa noche, un flaqueo en la amplificación de las primeras canciones nos hizo estremecernos de incomodidad. Hay que prestar atención a todo el tapiz sonoro sin que esto signifique embotamiento de la propuesta.
Tienen tiempo suficiente antes de la presentación del disco para amarrar el único detalle flojillo durante su presentación.