Madrid, 13 mar (EFE).- La transición política en Chile es un proceso que se construye día a día y que todavía no concluyó, porque aún ese país suramericano "no tiene la democracia plena, sólida y estable que deseamos", dijo hoy el embajador chileno en Madrid, Enrique Krauss.
Krauss hizo estas declaraciones durante la presentación del libro "En Hamelin... La transición española más allá de las fronteras", de la historiadora española Encarnación Lemus.
La historiadora compara la transformación de España tras la dictadura de Francisco Franco con la democratización de Chile tras el régimen de Augusto Pinochet.
"La transición en Chile comenzó en 1988 con la derrota de Pinochet en el plebiscito aunque no puede decirse que haya terminado. Mi posición es que no se termina nunca ya que la democracia no es un suceso sino un proceso", expuso Krauss, que fue ministro del Interior del gobierno de Patricio Aylwin.
La obra de Lemus, un ensayo comparativo sobre la transición española, la portuguesa y la chilena, indaga la manera en que la ruptura del 25 de abril en Portugal impulsa la vía del reformismo en España y en qué medida la experiencia española planea sobre la "transición larga" en Chile.
Para la autora, "se ha estimulado el empeño de construir a través del caso español, un modelo de transición reformista para inducir democratizaciones por la vía de la paz".
En tanto, Krauss consideró que la salida de los regímenes dictatoriales en Chile y en España se hizo de una manera similar porque en ambos casos fue "pacífica y gradual, al contrario de otros países donde se optó por una ruptura mediante un golpe de estado o una revolución".
El embajador explicó que durante la transformación política chilena lograron unirse "sectores ideológicos adversos como son la derecha, el centro y la izquierda y fuimos capaces de entender que los proyectos eran capaces de entenderse para entrar en la democracia".
Además, Krauss aclaró que existió un pacto político mediante el que se modificó "parcialmente la Constitución de 1980, se renovaron algunas instituciones y se sacó adelante el país aprovechando los factores económicos favorables de los últimos años del gobierno militar".
Sin embargo, dijo que todavía existen "enclaves autoritarios, el Senado que no representa la opinión de la soberanía popular y un consejo de seguridad donde hay una supremacía del poder militar".
Krauss se refirió también a que la democracia chilena "tiene una deuda social", ya que el 20 por ciento de la población es pobre y el 4 por ciento vive en la indigencia. EFE
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