Washington. EFE. Quienes pronosticaron que el final de The Sopranos ( Los Soprano ) daría de qué hablar tenían razón, a juzgar por la amplia y apasionada avalancha de reacciones observadas ayer en Estados Unidos respecto del último capítulo de la popular serie de mafiosos.
La entrega final de las andanzas de Tony Soprano (James Gandolfini) y sus compañeros de reparto –que se retransmitió la noche del domingo por el canal de cable HBO– había generado una expectación de las que hacen historia.
Valga como ejemplo el que revistas tan sesudas como The New Yorker y The Economist dedicaron extensos textos a Los Soprano , analizando los motivos de su éxito arrollador.
Desenlace. Con ese ambiente, millones de espectadores se sentaron el domingo ante el televisor para decir adiós a Tony.
Y cuando todo parecía indicar que se acercaba lo inevitable: la muerte del entrañable y malévolo mafioso de Nueva Jersey, la pantalla se quedó vacía durante unos interminables segundos.
Más de un telespectador, como recordó ayer la crítica televisiva Nikki Finke, cedió a la desesperación al creer que su televisor se había quedado sin señal en el momento fatídico.
Pero lo cierto es que ese abrupto “no final”, que muestra a la hija de Tony entrando de forma apresurada en el restaurante en el que la esperan su padre, madre y hermano, mientras varios individuos sospechosos pululan por el local preparándose para ... ¿matar a Tony?, fue la escena que tantos esperaban. El resto hay que dejárselo a la imaginación de los telespectadores.
“El programa que todos amábamos merecía un entierro decente”, señaló ayer Finke en su página Deadline Hollywood Daily, quien critica el que, en lugar de eso, David Chase, el creador de la serie, optó por “un agujero negro”.
Mary McNamara, por su parte, calificó en Los Ángeles Times el apoteósico momento como “ finalus interruptus ”.
“Durante varios minutos agónicos Estados Unidos estuvo unido... al proferir todo tipo de blasfemias conocidas mientras millones de manos se abalanzaban sobre los controles remotos, al tiempo que compañeros y amigos gritaban: ‘No, no lo toques’”, señaló McNamara en referencia al trágico momento en el que la pantalla se queda en blanco, bueno, en negro.
Más benevolente es The New York Times , que cree que Chase logró satisfacer expectativas al desafiar expectativas y califica el final de “perfectamente imperfecto”.
Por su parte, el diario The Washington Post caracteriza la apuesta como “no ortodoxa” y como una forma “ingeniosa” de acabar la serie y hacer que la familia Soprano entre en "la eternidad".
Los Soprano se despidió tras seis temporadas y 18 premios Emmy.