Las vertientes literaria, musical y teatral de Don Quijote fueron analizados en una charla sobre los desafíos de interpretación de esta obra, e ilustrados con tres performance , primeras de una serie que continuará hasta finales de junio en Nueva York.
Ambas actividades sirvieron como anticipo a las que se preparan para la celebración, el año próximo, del IV Centenario de la publicación de esta obra universal de Miguel de Cervantes.
En la conferencia debate participaron el crítico de teatro Marion Peter Holt, la traductora Edith Grossman, el director de la Fundación para la Música Ibérica, Antoni Pizá, y una de las fundadoras de la compañía Peculiar Works Catherine Porter.
Uno de los principales críticos señaló que en su interpretación personal del clásico, se puede interpretar como el director de teatro que busca actores para su obra, y los busca en su entorno.
Otro experto, Antoni Pizá, destacó la abundancia de musicales.
Pizá subrayó que la abundancia musical del Quijote se debe al atractivo de la historia, al gran número de personajes -hecho que comparó con la polifonía musical-, y a la presencia de capítulos fáciles de interpretar musicalmente.