
Boston y Moscú. AFP y AP La disidente Elena Bonner, defensora rusa de derechos humanos y viuda del premio Nobel de la Paz Andréi Sajarov murió el sábado en Boston, Estados Unidos, a los 88 años.
Bonner murió a causa de una falla cardíaca en su hogar en Boston, de acuerdo con su hija Tatiana Yankelevich. Agregó que su madre había estado hospitalizada desde el 21 de febrero.
La activista se volvió famosa al casarse con Sajarov, en 1972, el principal disidente de la antigua Unión Soviética, pero forjó su propia reputación como una incansable defensora de los derechos humanos frente a la incesante hostilidad de las autoridades soviéticas.
Durante muchos años, Bonner fue el blanco principal del KGB (servicios secretos y policía política soviética), que evitó atacar de frente a Sajarov.
El KGB destacaba sus orígenes judíos para acusarla de estar al servicio de potencias extranjeras y de haber “desviado del buen camino” al Premio Nobel.
Ella recibió el Premio Nobel de la Paz otorgado a su marido durante una ceremonia de entrega de premios en 1975 en Oslo, después de que se prohibió a Sajarov viajar al extranjero debido a sus persistentes críticas a las violaciones de los derechos humanos en su país.
Sajarov, que fue llamado “el padre de la bomba atómica” soviética y luego se convirtió en un disidente del régimen comunista, murió a los 68 años, en 1989.
Vida intensa. En 1938, cuando Elena Bonner tenía 15 años, en el momento más fuerte de las purgas estalinistas, su padre fue fusilado y su madre fue condenada a ocho años de campo.
Inicialmente, Bonner se adhirió al Partido Comunista, antes de abandonar esta poderosísima organización en 1968, cuando las fuerzas soviéticas invadieron lo que entonces era Checoslovaquia.
Luego dijo que su decisión de ingresar a ese partido fue el peor error de su vida.
En los años setenta, participó en peligrosas protestas contra los arrestos masivos de otros disidentes y se convirtió en una fuente vital de informaciones sobre la suerte de los detenidos y exiliados.
En 1980, Sajarov fue confinado en Gorki, actualmente Nizhny Novgorod, por protestar contra la invasión soviética a Afganistán.
Su esposa se convirtió en el solo vínculo de Sajarov con el exterior, hasta que en 1984 también fue condenada a cinco años de confinamiento en Gorki.