Freetown, 6 may (EFE).- El antiguo general rebelde sierraleonés Sam Bockarie, acusado por un tribunal de la ONU por crímenes de guerra en su país, murió hoy en un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad de Liberia, informó una emisora de radio que cita fuentes oficiales del país vecino.
El ministro liberiano de Información, Reginald Goodridge, señaló que Bockarie, uno de los principales líderes del Frente Revolucionario Unido (FRU) de Sierra Leona, fue abatido en un combate entre el grupo que le acompañaba y efectivos liberianos que pretendían detenerlo, en una zona cercana a la frontera con Costa de Marfil.
Goodridge prometió a los periodistas que les mostrarán en breve el cadáver de Bockarie, conocido por el apodo "Mosquito" y que fue acusado de permitir la mutilación masiva de civiles por parte de sus hombres.
Según un comunicado gubernamental divulgado anteriormente en Monrovia, Bockarie y varios guardaespaldas fueron avistados por una patrulla militar cuando entraban en territorio liberiano a primera hora de la mañana y el tiroteo se produjo cuando el grupo no acató las órdenes de detenerse y se resistió al arresto.
Bockarie colaboró con los combatientes liberianos que lucharon al lado de los rebeldes en el oeste de la vecina Costa de Marfil, y según el gobierno marfileño en esta empresa contaba con el beneplácito del presidente liberiano, Charles Taylor.
Pero el Movimiento Popular Marfileño del Gran Oeste (MPIGO), tras su entrada en el nuevo Gobierno de transición, decidió desarmar y expulsar a los aliados liberianos, a quienes acusó de abusos a la población local.
El pasado 25 de abril, el líder del MPIGO, Félix Doh, lanzó una ofensiva contra los liberianos en la que él fue capturado y posteriormente ejecutado precisamente por Bockarie, según el dirigente de otro grupo ex rebelde y actual ministro marfileño de Información, Guillaume Soro, del Movimiento Patriótico de Costa de Marfil (MPCI).
Mientras tanto, hubo presiones internacionales para que Taylor extraditase a Bockarie a Sierra Leona, como pidió oficialmente la fiscalía del Tribunal Internacional para Crímenes de Guerra en Sierra Leona.
Entre los acusados por este Tribunal, establecido por la ONU en enero del año pasado, se encontraba Bockarie y un antiguo jefe militar sierraleonés, el coronel Johnny Paul Koroma, también está prófugo y en paradero desconocido.
La guerra civil estalló en Sierra Leona el 23 de marzo de 1991, cuando el FRU se sublevó contra el Gobierno, pero el Tribunal de la ONU sólo enjuiciará a quienes violaron las leyes humanitarias internacionales y las equivalentes sierraleonesas desde el 30 de noviembre de 1996.
La fecha corresponde a la firma del primero de una serie de infructuosos acuerdos de paz pactados entre las autoridades de Freetown y los insurgentes del FRU, responsables de numerosas atrocidades contra la población civil, a la que mantenían aterrorizada para obligarla a prestarles ayuda.
Alrededor de 20.000 personas murieron a causa del conflicto, que causó asimismo el desplazamiento de ciento de miles y colocó a Sierra Leona, prácticamente desconocida hasta entonces, en las primeras páginas de los periódicos debido a las mutilaciones y atrocidades cometidas por los guerrilleros contra los civiles. EFE
cj/jm-wm/mr