Una prueba nuclear en el Pacífico Sur despierta a un reptil, que sale del mar bastante molesto. Es una hembra que está preñada y se dirige a Nueva York a poner sus huevos.
La bestia, del tamaño de un edificio de 20 pisos, anda suelta y se alojará en las pantallas grandes de nuestro país a partir de hoy. ¡Por fin llegó Godzilla!.
Usted se percatará de que el tamaño sí importa. Y como mucho se ha hablado de esta lagartijota, a continuación una breve reseña de la historia que se esconde detrás de su enorme y arrasadora cola.
Evolución de la especie
La Godzilla de Hollywood tiene más de cinco años de vagar por ahí en diferentes etapas de desarrollo. Pero la regia lagartija ya estaba causando desastres mucho antes de que sus directores nacieran.
En 1954, nueve años después del bombardeo nuclear de Hiroshima y Nagasaki, el productor japonés Tomoyuki Tanaka volaba sobre las islas Bikini (sitio de las pruebas estadounidenses con la bomba de hidrógeno) cuando se le ocurrió crear a Gojira. El nombre, una mezcla de "gorila" y la palabra japonesa para "ballena", se tradujo libremente en Estados Unidos como Godzilla.
Convertida por la radiación en un fenómeno, la bestia submarina sale del océano y causa estragos en Tokio, simbolizando los temores y ansiedades de posguerra de los japoneses.
Godzilla se convirtió en la mejor fuente de ingresos para los estudios japoneses Toho, que hicieron 22 entregas en las que siempre destruía una ciudad y se enfrentaba con una variedad de rivales estrafalarios como Mothra y el Monstruo del Smog.
Aquellas películas se convirtieron en favoritas para varias generaciones de adolescentes, quienes los sábados por la tarde se reunían para verlas.
A 38 años de ese debut, dos de aquellos adolescentes, ya muy crecidos, Dean Devlin y Roland Emmerich (directores de famosos filmes como El día de la independencia), empezaron una fuerte campaña de publicidad con una imagen del estudio TriStar bajo una sombra ominosa, de forma conocida.
Muchos proyectos
La idea de hacer una película de Godzilla con un presupuesto alto no era exactamente novedosa. De hecho, un productor de Hollywood hasta ofreció a los ejecutivos de Toho hacer un Godzilla musical, que no se concretó. Luego, en 1993, los productores Cary Woods y Rob Fried entusiasmaron a Toho con una propuesta de ciencia ficción directa, adornada con los últimos efectos especiales.
La empresa japonesa mordió, pero conseguir un estudio dispuesto a financiar la costosa idea no resultó tan fácil. "Promovimos la idea en Columbia (una división de Sony Pictures) pero la rechazó de inmediato", dijo Woods, quien junto con Fried es ahora productor ejecutivo de Godzilla. Woods, cuyo expatrón Peter Guber se había convertido en el jefe de Sony Pictures, pasó por encima de todo el mundo, tomó un avión a Florida y fue a promover el proyecto que había sido rechazado por el mismísimo Guber.
Guber lo recibió; vio la película en su mente. Dijo algo así como:
-"¿Godzilla, el monstruo que respira fuego?
-¡Sííí!- respondió Woods.
Guber montó la película en el estudio TriStar de Sony y la anunció al resto del mundo con un aviso que apareció en la revista Variety.
Lo primero que había que hacer era elaborar una historia. Woods y Fried reclutaron a los guionistas Ted Elliott y Terry Rossio (Aladino), quienes cocinaron una de las tramas de la vieja escuela de Godzilla en la que la enfrentan a un némesis que vuela.
Luego había que atrapar a un director de clase A. Según Woods y Fried, pensaron en Emmerich, James Cameron, Tim Burton, incluso en los hermanos Coen.
La primera oferta fue para Emmerich y Devlin, quienes una y otra vez la ignoraron. Al final, Woods, Fried y Sony se anotaron un buen golpe al reclutar a Jan De Bont. El presidente de Columbia Pictures, Chris Lee, dice que era el director del momento.
Naturalmente, en cuanto De Bont estuvo a bordo, Devlin y Emmerich empezaron a patalear. "En Hollywood, cuando uno deja pasar un proyecto y un gran director lo acepta, de inmediato trata de negar que eso ha sucedido ¡No puede ser! Pensamos que habíamos cometido un error mayúsculo", narró Devlin.
Dependiendo de a quién se le pregunte, el presupuesto calculado por De Bont para Godzilla estaba entre $130 millones y $145 millones, una suma prohibitiva para un estudio que en aquel momento se hundía bajo el peso de una deuda de $3.000 millones.
"Todo se miraba con lupa. Y con un presupuesto de $140 millones para una película con tantos efectos especiales, todo el mundo le agrega otro 30 por ciento. Así, el estudio estaba ante una película que podía costar $200 millones", relató Woods.
Por esta razón Sony se enfrió y De Bont saltó a la Warner Brothers para hacer Tornado.
Godzilla se quedó en el limbo durante los dos años siguientes. Mientras tanto, Lee siguió presionando a sus compañeros Emmerich y Devlin, quienes en ese momento estaban ocupados haciendo Día de la Independencia.
Cuando terminaron esa película, empezaron a sentir inquietud acerca de su próximo proyecto y pidieron a su diseñador de escenarios y criaturas, Patrick Tatopoulos, que hiciera algunos dibujos para un Godzilla más natural, con una apariencia más ajustada a los años 90.
"Cuando Roland y yo vimos los dibujos nos miramos uno al otro y dijimos: `Eso es... Esa es nuestra siguiente película'", ha comentado Devlin.
Pero Devlin y Emmerich todavía tenían que pasar su nuevo Godzilla por el tamiz de Toho, el estudio japonés dueño de los derechos de Godzilla. Emmerich, Tatopoulos y Lee viajaron a Tokio con un modelo de 30 centímetros de alto. "Nos aterrorizaba pensar que se trataba de algo así como rediseñar el Volkswagen. Godzilla es el Mickey Mouse de los japoneses", dijo Lee.
"Nos encontramos con una sala llena de gente de Toho que al principio estaban en silencio absoluto. Luego, lentamente, surgieron las expresiones de sorpresa y satisfacción", agregó.
Cuando Devlin y Emmerich finalmente firmaron para hacer Godzilla, Devlin le dijo a Daily Variety : "Vamos a tratar de hacerla por un poquito menos de $90 millones... porque Roland y yo estamos totalmente opuestos a esos presupuestos de $100 millones".
El dinero hubo que estirarlo y "bueno, digámoslo de este modo, gastamos mucho más dinero en esta película de lo que queríamos. No me enorgullece pero tampoco me lamento", aclaró Devlin después.
Y no es que Sony se queje, pues está a la vista que Godzilla será un éxito. Ya contrató al dúo de directores por tres años y ya se planea un segundo y un tercer capítulo de Godzilla.
En realidad, Sony espera traer al monstruo una y otra vez.
El protagonista de esta película, Matthew Broderick admitió haber firmado para una segunda y una tercera parte, pero no dio ninguna información respecto de las ciudades incluidas en el aplastante itinerario de viaje del Rey de los Monstruos.