EscucharNueva Delhi, 29 ene (EFE).- El rey Jigme Singye Wangchuck de Bután ha presentado el borrador de la primera Constitución, que se espera sea aprobada a finales de año en este pequeño reino budista del este del Himalaya.
El borrador, de 34 artículos, que contempla la creación de un Estado democrático con un sistema bipartidista, ha sido distribuido a la población este fin de semana, debido a que "la estrellas y los elementos convergen favorablemente para crear un ambiente de armonía y éxito", según el diario "Kuensel", el único del país.
Las autoridades butanesas han señalado que esperan un debate en profundidad del texto en todos los distritos del país para aprobar en referéndum a finales de año la Constitución, que sustituirá a un decreto real de hace 52 años que otorgaba poderes absolutos al rey.
Además de la Asamblea Nacional, que será la Cámara Baja del Parlamento, el legislativo contará, según el texto, con un Consejo Nacional de 25 miembros, de los que se elegirá 1 en cada uno de los 20 distritos del país y cinco serán de designación real.
Aunque legalmente Bután sigue siendo una monarquía absoluta, desde 1998 el rey Jigme designó un Gobierno, una Asamblea Legislativa y un Consejo Consultivo, con los que actualmente comparte el poder.
"La adopción de una Constitución ofrecerá el marco legal para un sistema político democrático, que es lo mejor para Bután, y establecerá un sistema de gobierno que salvaguardará la seguridad y soberanía de la nación y garantizará la buena marcha del pueblo butanés en los días venideros", declaró el rey Jigme a "Kuensel".
El rey Jigme de Bután llegó al trono hace 33 años, cuando sólo tenía 16, y es el cuarto monarca de la dinastía Wangchuck, instalada en el país desde 1907.
Bután es un pequeño reino del extremo oriental de la cordillera del Himalaya, de menos de 39.000 kilómetros cuadrados y de unos dos millones de habitantes, situado entre la India y China, los dos gigantes asiáticos y los dos países más poblados del mundo.
El régimen de Jigme ha seguido la línea ancestral de preservar la cultura local, la televisión no se introdujo hasta 1999, los teléfonos móviles empezaron a funcionar en 2003 y es obligatorio para todos los ciudadanos, hombres y mujeres, vestir el traje nacional.
En todas sus apariciones públicas, tanto en Bután como en el extranjero, Jigme, que está casado con cuatro hermanas, utiliza siempre ese traje, una especie de kimono que normalmente es de tonos grises, aunque puede ser de distinto colorido, y que va atado con una faja, que se acompaña de un pañuelo rojo con rayas blancas cruzadas al cuello. EFE
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