No se trata solo de una producción más del cine costarricense, de cualquier esfuerzo creativo del abundante menú de ideas que se mueven en el campo de la producción audiovisual local. Código Rojo, un cortometraje de acción, se perfila como una de las ejecuciones en pequeño formato que propagarían de manera efectiva un discurso en contra de la violencia doméstica y a favor de la imagen de la mujer en Costa Rica.
El filme, que será realizado en 16 milímetros, es una historia original de Laura Astorga que ganó el concurso de Guiones para Cortometrajes de Ficción con Enfoque de Género en 1998.
Astorga, que a pesar de su juventud no es una novata en el campo del cine, asume además la producción ejecutiva del filme.
El Centro Costarricense de Producción Cinematográfica (CCPC) y el Instituto de la Mujer, que aportó un millón de colones como presupuesto inicial para comenzar el proceso, son coproductores de la cinta.
"Es una reflexión sobre las relaciones humanas, es un contar el profundo drama de la vida social que tenemos en Costa Rica. La violencia doméstica por un lado y la cuestión de género por el otro", explicó Astorga.
Con los acontecimientos que vive Sara, una mujer taxista, en un día de trabajo, justo cuando recibe su permiso oficial de circulación, Astorga pretende llevarle al público un mensaje breve y directo sobre la complejidad de las relaciones humanas disfuncionales, los prejuicios y el abuso de poder.
"La idea es que el corto sea realmente un vehículo que traslade de manera masiva el reflejo de una sociedad violenta."
Más que imágenes
La historia, que se desata cuando una pareja aborda el taxi de Sara y en ese vehículo explota una situación de conflicto hasta llegar al maltrato físico de parte del hombre para con la mujer, tendrá como escenarios varios puntos de la capital josefina.
"Vamos a grabar en el Parque Central y en varias calles. Aún no sabemos en cuáles, lo que tenemos claro es que dependemos de la cantidad de huecos en ellas. Toda la filmación se hace dentro del taxi y necesitamos vías que no estén muy averiadas."
Hasta el momento, los papeles protagónicos no han sido asignados. A finales de febrero, el CCPC convocó a un casting al que acudieron casi 300 personas, sin embargo, los productores aún no toman la decisión final.
Astorga todavía anda en busca de quién dirigirá el corto. Aseguró que sostiene conversaciones con varias personas pero que aún no puede adelantar nombres.
El presupuesto es también otro de los puntos a resolver. El costo estimado para este filme de 10 minutos de duración es de $30 mil (más de ¢8 millones). Quienes producen están todavía en la fase de encontrar patrocinadores.
A pesar de todo ello Astorga aseguró que el rodaje comenzará el próximo mes.
La guionista debutó en 1997 como directora con el filme Dos millones de historias, ganador del primer lugar en la categoría aficionado de la Muestra Costarricense de Cine.
Pero para Código Rojo, Astorga deja el ego artístico de lado y prefiere no dirigir.
"No voy a dirigir el corto porque no soy omnipotente, soy humana, tengo limitaciones. Me parece más interesante y enriquecedora la visión de otra persona. Esto me puede aportar cosas que yo, como guionista, no vi."
Por otro lado, Código Rojo representa para el CCPC otra de las evidencias del esfuerzo oficial por sostener y motivar la producción local.
"Nos hemos lanzado a trabajar con intensidad y audacia y a utilizar al máximo las armas que tenemos. Con este corto el Centro prueba sus intenciones de fomentar y contribuir con la producción nacional", explicó Gabriel González-Vega, director del CCPC.
El Centro aporta el equipo humano, tecnológico y estratégico para la realización de Código rojo.