Hollywood Watch. The New York Times Syndicate.
Para alguien cuya carrera ha visto mejores días, Jim Carrey parece notablemente alegre.
El comediante con cara de goma –cuyo más reciente trabajo es una sorprendente cinta de suspenso llamada The Number 23 – no es nada tímido para revelar la causa: su nuevo romance con la actriz Jenny McCarthy.
“Lo único que me ha llegado a consumir es el amor”, asegura Carrey. Anteriormente, agrega, “ yo me preguntaba qué era eso, cómo lo obtendría. Todas esas cosas me han consumido la mente de vez en cuando”, dijo el actor.
Cuenta Carrey que desde que conoció a McCarthy ha cambiado su perspectiva.
“Siento que nuestra relación se dio en el momento de mi vida en el que estoy más preparado para tenerla. Nos animamos uno al otro; estamos en el mismo camino. Realmente es ... real”, asegura con una sonrisa en su rostro.
El actor, de 45 años de edad, parece estar de humor para cosas nuevas. The Number 23 , dirigida por Joel Schumacher y que se estrenó el pasado 23 de febrero en Estados Unidos, definitivamente es una película muy diferente para Jim Carrey.
Él interpreta a Walter, un perrero y padre suburbano que lleva una vida perfectamente normal hasta el día en que su esposa (Virginia Madsen) compra un libro extraño, de autor anónimo, sobre el número 23.
De pronto, su vida empieza a venirse abajo y a desviarse hacia el caos y el asesinato.
Walter se ve diferente de todos los personajes anteriores de Carrey, con el pelo oscuro y largo, y –durante buena parte de la cinta– con un enorme y repulsivo tatuaje gótico.
“A Jenny le gustó. Es increíble lo que les hacen los tatuajes a las chicas”, dice Carrey radiante. De hecho, agrega, esta no es muy diferente de la mayoría de sus películas, que tienden hacia lo extraño. Esta simplemente es extraña en otro sentido”.
“Me encantó este personaje (Walter), pues es el clásico hombre de familia. Es un tipo que solo quiere llevar una vida normal, como la mayoría de nosotros, que solo queremos que las cosas sean estables”, afirma Carrey.
Pero, al igual que la mayoría, Walter está en estado de negación. “Creo que todos estamos en ese estado, por el hecho de que vivimos en placas de piedra que flotan a través de un universo desconocido. El que un simple número haga que el universo de Walter se vuelva loco no es tan raro como parece, pues hay personas que en serio creen que hay algo así como una conspiración mística en torno del número 23”, sostiene.
Y, en ese sentido, Carrey continúa: “Un amigo mío de Canadá me lo dio, pues él lo veía en todas partes. Después me dio un libro sobre el fenómeno 23, que relataba datos extraños y ocurrencias insólitas. Yo pensé que él estaba loco, pero después empecé a ver el 23 por todas partes”.
Cuenta Carrey que el famoso número entró a su vida por la puerta grande y que a partir de ese momento comenzó a volver locos a todos sus amigos.
Después, añade, alguien le mencionó el Salmo 23, el poema bíblico que contiene este conocido pasaje: El Señor es mi pastor, ya nada me faltará ... Sí, aunque camine por el valle de las sombras de la muerte, no tendré miedo.
“Básicamente se trata de vivir sin miedos y de saber que alguien nos cuida”, señala Carrey.
De pronto, todo se le hizo lógico al famoso comediante, al grado de que incluso le cambió el nombre a su compañía productora, de Pitbull Productions a JC23.
“Un día estaba en línea, hablando con alguien acerca de cambiar el nombre de mi compañía por JC23 y un amigo me habló de ese salmo. Habla del “Valle de las Sombras de la Muerte”, recuerda Carrey.
“Al mismo tiempo, otro amigo entró en mi oficina con un periódico que tenía un titular que decía: 'El Valle de la Muerte florece'. Era la primera vez en cien años que florecía, debido a las lluvias extraordinarias; esas semillas habían estado esperando cien años. Yo pensé que era muy apropiado, que estaba en una jornada rara y muy especial”, continúa Carrey.
Incluso, agrega, “ tomé mi motocicleta y fui hasta el Valle de la Muerte a comprobarlo. Estaba hermoso”, asegura.
Después de la visita al lugar, recibió una llamada telefónica que puso las cosas un poco escalofriantes. “Le estaba explicando el cambio de nombre de mi compañía a otro amigo y él me dijo: “qué curioso, acabo de escribir un libreto sobre el número 23” A mí me sacó de onda por completo. En la primera página del libreto aparezco como un perrero que captura a un pitbull y así pasé de Pitbull Productions a JC23 y para mí la razón está clara”.
Según recuerda Carrey, el escritor le pidió entonces que viera la página 23 del libreto y luego le dijo que encerrara en un círculo cada vigésima tercera palabra de esa página.
“L página estaba escrita como en código y era sensacional”, recordó, pero ahí no terminaron las rarezas...
Carrey tiene una carpeta llena de fotografías que ha tomado para documentar todos los famosos incidentes del 23.
“Tomé estas con la cámara del teléfono” explica Carrey mientras extiende las fotografías. “Mire, esta es la grúa de cuando se descompuso mi auto, con el número 23 en el costado; era la camioneta número 23 de la flotilla. Le pedí al chofer que me tomara una foto con ella. Mire el auto frente a nosotros en la fotografía... su placa también tiene el número 23”.
Cuando llegué a mi cuarto del hotel aquí, continúa, “me pusieron en la habitación 1223. Miré por la terraza y el toldo al otro lado de la calle es para la dirección 323. Después pedí algo de desayunar y había un 23 escrito en los panqueques”.
Pero luego de sonreír, reconoce su mentira: “Está bien, esto último lo inventé, lo acepto, pero todo lo demás es cierto y es misterioso y curioso”.
Entrevistado por separado, el director Schumacher habla de su propio “incidente del 23”, el día que aceptó realizar la cinta que Carrey protagoniza.
“Después de eso, me estaba lavando los dientes y pensé: “Si la hago, esta será mi película número 20, pero me gustaría que fuera la 23”, recuerda.
Sin embargo, agrega, después me acordé de dos películas para televisión. Así que este era efectivamente mi vigésimo tercer trabajo y desde ese momento, ansiaba que ya fuera el día siguiente para hablarle a Jim y contarle al respecto”.
The Number 23 está lejos de ser el primer drama de Jim Carrey. En su filmografía hay de todo, desde The Dead Pool (1988) y Simon Birch (1998) hasta Man on the Moon (1999) y The Majestic (2001), pero fácilmente es el más oscuro.
Empero, Carrey insiste en que no piensa en su trabajo en términos de dramas, comedia, suspenso o cualquier otra categoría en las que pueda ponerse.
“Realmente, me considero alguien que vive en el centro de una rueda. Puedo ir a los extremos, que están fuera de la rueda, o puedo sobre ella y actuar chiflado y gracioso, como también puede irme por otro camino de la rueda y hacer algo con profundidad y seriedad”, comenta.
Carrey es de los que piensan que cuando se es artista se tienen muchos colores para pintar. “Más que nada, no quiero quedar encasillado en un solo tipo de papel. Creo que mi lado divertido es un apéndice, no todo mi cuerpo”, concluyó el actor.