Ciudad del Vaticano, 17 jun (EFE).- El papa Benedicto XVI recibe mañana, sábado, en el Vaticano al presidente de El Salvador, Elías Antonio Saca, el primer mandatario latinoamericano que le visita tras ser elegido Pontífice.
Se trata de una visita de carácter privado, en la que, según dijo Saca antes de emprender viaje a Italia, hablarán de El Salvador y de las relaciones entre ambos estados.
La estancia de Saca en Roma se circunscribe al Vaticano. El domingo, día 20, el mandatario salvadoreño se trasladará a Madrid, segunda escala de su viaje a Europa, que también incluye Francia.
Elías Antonio Saca acudirá al Vaticano junto a su esposa y un séquito del que forman parte el ministro de Exteriores, Francisco Laínez, y los titulares de Economía, Educación y Medio Ambiente, Yolanda de Gavidia, Darlyn Meza y Hugo Barrera, respectivamente.
Saca es el primer presidente latinoamericano que se entrevista con Joseph Ratzinger desde que fue elegido Papa, el pasado 19 de abril.
El mandatario, no obstante, ya estuvo en el Vaticano en la solemne misa de inicio de Pontificado, el pasado 24 de abril.
En aquella ocasión acudieron al Vaticano 140 delegaciones oficiales de otros tantos países.
El Salvador también envió días antes una delegación oficial al funeral del papa Juan Pablo II. En aquella ocasión la presidió la esposa de Saca, Ana Ligia, y de la misma formaron parte los ministros de Exteriores, Francisco Laínez, y de Gobernación, René Figueroa.
Saca expresó en aquellos días el cariño de los salvadoreños por Juan Pablo II, al que llamó "siervo de Dios que se acercó a la santidad y pregonó un mensaje de amor, de verdad y solidaridad para todo el mundo".
También le definió como "verdadero héroe de los débiles" y "verdadero héroe del amor" y recordó las veces que Karol Wojtyla viajó a El Salvador.
La primera vez fue en 1983 cuando El Salvador vivía una guerra civil que duró doce años y concluyó con la firma del Acuerdo de Paz entre el Gobierno y la guerrilla en 1992.
La segunda vez que Juan Pablo II pisó tierra salvadoreña fuera en 1996.
Los obispos salvadoreños visitaron el Vaticano en la tradicional visita "Ad limina apostolorum", a la que están obligados todos los prelados del mundo cada cinco años, en el año 2001.
En aquella ocasión Juan Pablo II le pidió hoy que fueran "ministros de la reconciliación", pues el futuro de El Salvador -dijo- hay que construirlo en la paz y la justicia.
Karol Wojtyla aseguró que si se seguía esa senda no se desvanecerán los esfuerzos realizados tras los acuerdos de paz de 1992.
El Papa también les pidió que ayudaran a la familia, al denunciar la "crisis" que padece esa institución, amenazada -dijo- por las rupturas matrimoniales, el aborto, la corrupción moral, las infidelidades y la violencia doméstica.
El fallecido Pontífice recordó los daños causados por el huracán Mitch y los dos terremotos que sacudieron al país centroamericano a principios de ese año y destacó la fuerza de los salvadoreños ante las adversidades. EFE
JL/ma