Washington. Los científicos prevén que el fenómeno atmosférico El Niño va a provocar este año en todo el mundo los efectos más devastadores, según los datos obtenidos mediante imágenes de satélite.
Esta conocida distorsión climatológica se repite cada año con mayor o menor intensidad y, mientras deja graves inundaciones en una parte de la Tierra, lleva sequía a la contraria.
Según han informado los responsables de la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA), sus satélites han captado indicios de que El Niño será este invierno de 1997-1998 igual o más duro que cualquiera de los últimos conocidos.
Aún no se conoce exactamente cómo se comporta este fenómeno climatológico, que fue descubierto por los pescadores peruanos al observar cómo, en pleno invierno, una masa de agua cálida emergía a la superficie del oceáno Pacífico.
El nombre de El Niño se lo pusieron los propios pescadores en recuerdo de que llega, como el Niño Jesús, en Navidad.
James Purdom, del departamento del NOAA que controla los satélites y los servicios de datos, ha señalado que El Niño dejará este año una grave sequía en el sur de Africa y el norte de Suramérica.
También se prevé que tendrá efectos "devastadores" en una buena parte de las reservas coralinas del Caribe, en la que se producirán huracanes y fuertes cambios en las mareas.
Los corales, conocidos como "las reservas forestales de los océanos", sufren también un efecto de "blanqueo" producido por la muerte de los pequeños pólipos que construyen el coral, los cuales no pueden soportar un calentamiento de las aguas.
Por el contrario, dejará inundaciones en Indonesia, Australia o áreas del este del Pacífico, tal y como ocurrió en el invierno de 1982 y 1983, en el que El Niño tuvo uno de sus comportamientos más dramáticos.
Las pérdidas económicas que produce se calculan en miles de millones de dólares y, según los años, las víctimas mortales se han contado por decenas.
Solo en el sur de Africa, las sequías que acompañaron al fenómeno de El Niño en 1992 afectaron a unos 80 millones de personas, el 50 por ciento de la población de aquella área.