Hace 285 años, el emperador Carlos VI le comisionó a Johann Bernard Fischer von Erlach la construcción de las caballerizas imperiales en la pendiente frente a las puertas de su palacio y fue hasta en 1725 que la obra fue completada por el hijo del encargado. Ahora ese sitio en Viena (Austria) goza de otra nobleza, la cultural.
Allí, donde los caballos se pasearon y fueron montados por nobles posaderas, se encuentra hoy el Museumsquartier (Barrio de los Museos), un complejo museístico que mide 60.000 metros cuadrados. Es decir, una superficie en la que pueden caber 10 canchas de futbol, detalló el diario español El Mundo .
Lo impresionante de ese Barrio de los Museos no solo es su enorme área ni la inversión que se le realizó de $120 millones (unos ¢39.480 millones), sino que en ese espacio se encuentran tres de los museos de arte contemporáneo más importantes de Austria con algunas de las más admiradas colecciones europeas y otras 20 instituciones culturales, que van desde un museo para niños hasta un sitio para las nuevas tecnologías.
Barroco y contemporáneo
El Barrio de los Museos fusiona lo barroco de los establos imperiales con la arquitectura contemporánea de los arquitectos austríacos Laurids y Manfred Ortner.
Eso sí, lo único barroco original es la fachada de 360 metros de largo, la cual data del siglo XVIII.
Tras traspasar esa entrada, el visitante se encontrará con los inmuebles más modernos y los tres museos más destacados de ese complejo: la Kunsthalle, el Museo Leopold y el MOMUK, el Museo de Arte Moderno Fundación Ludwig.
La Kunsthalle está en el medio y es un centro de exposiciones de vanguardia de alta calidad. Es una obra pseudo barroca, definió la prensa española y la descripción de la página web del Museumsquartier, detalla que combina los muros del sitio donde entrenaban los caballos de la corte con el acero y el vidrio de la nueva construcción.
En el sector derecho está ubicado el Museo Leopold, el cual resguarda un tesoro "chineado" del gobierno austríaco: la mejor colección que existe de su arte.
¿Por qué es tan importante? Debido a que reúne unas 5.000 piezas, entre las cuales se encuentran la más rica colección del artista Egon Schiele, trabajos destacados de Gustav Klimt, Richard Gerstl y Oskar Kokoschka y un muestrario de obras de Adolf Loos, Koloman Moser y Otto Wagner, entre otros.
Esas piezas pertenecían al coleccionista Rudolf Leopold, a quien el gobierno austríaco se las compró en 1994. Sin embargo, su deseo de que el museo tuviese mucha luz natural fue respetado por los arquitectos austríacos.
Así el Museo Leopold es, según el periódico El País , un gigantesco monolito blanco, solemne y frío, el cual fue construido con cal del Danubio y muchos cristales.
En la parte izquierda de la Kunsthalle está el MOMUK, otro monolito enorme de lava de basalto negra, de apariencia "amenazadora". "Digna de una escenografía de Wagner o de una parodia de la arquitectura fascista, dará, sin duda, mucho que hablar en los próximos tiempos", detalló El País .
El MOMUK resguarda obras expresionistas, futuristas, surrealistas, dadaístas y cubistas, entre otras.
Además de los tres favoritos, el Museumsquartier alberga un centro para la danza y otro para la arquitectura, un instituto de nuevas tecnologías llamado Netbase, un museo para los niños conocido como el ZOOM y una institución de formación para la administración de museos.
Las salas de cine, los restaurantes, los bares, los centros de entretenimiento y hasta las bibliotecas son otros de "los vecinos" de este culto barrio.
La Municipalidad de Viena y el gobierno austríaco, los principales inversionistas de este impresionante emporio museístico, esperan recibir un millón de visitantes al año. Esa es su gran apuesta y si pierden, los partidos de ese país se la cobrarían muy caro.
¡Cómo costó!
La construcción del Museumsquartier duró cuatro años; sin embargo, de este proyecto, los austríacos han oído hablar desde 1977 y han visto que se planea desde 1986.
En ese espacio se realizaban antes las ferias de Viena, pero se tardó mucho decidiendo qué construirían. Además, un partido político de extrema derecha y un diario de gran circulación fueron sus acérrimos enemigos y entrababan cada etapa de decisión.
Hubo mucha discusión acerca de si la modernidad de los nuevos edificios se vería bien con el estilo barroco de las caballerizas. No obstante, con paciencia y astucia, los arquitectos sacaron adelante el proyecto, por ahora con buena crítica.
Por supuesto, su apertura ha sido todo un hito en Europa. Si bien es cierto en este mes se inauguró la obra total, durante el resto del año se abrirán nuevos servicios, etapas y espacios.
Junto al interés de Viena de convertirse en una de las más importantes capitales del turismo internacional, este Barrio de los Museos logra conectar el sector histórico de la ciudad con el sétimo distrito, destacado por su carácter vanguardista.
Así, el mundo cuenta con un nuevo barrio que trae como sello la polémica y, advierten muchos, sus exhibiciones y muestras estarán a la altura de ese legado.