El mundo lloró ayer domingo a la princesa Diana, quien murió esa madrugada en París en un accidente automovilístico mientras trataba de escapar de reporteros gráficos sensacionalistas.
Las máximas personalidades del mundo, como los presidentes de Estados Unidos, Bill Clinton, y de Rusia, Boris Yeltsin; estrellas de cine como Tom Cruise y deportistas como Andre Agassi y hasta figuras de la talla de la Madre Teresa de Calcuta rindieron tributo a la glamorosa y compasiva princesa.

Y mientras los famosos rendían sus respetos públicamente a la Lady Di, miles de personas en todo el planeta, así como diversos gobiernos -entre ellos el de Costa Rica- expresaron anónimamente su tristeza por la muerte trágica de la Princesa de Gales.
En Londres, una portavoz oficial del Palacio de Bukingham, residencia oficial de la reina Isabel II de Inglaterra, anunció ayer que solo hoy, lunes, se informará sobre los detalles del funeral de Diana.
La portavoz destacó que hoy (ayer) no se producirá anuncio alguno sobre el funeral que se reservará a la que fue hasta hace un año esposa del heredero de la corona británica.
"Mañana (hoy) , a una hora todavía no determinada se efectuará el anuncio", añadió la fuente oficial.
Sin embargo, diversas opiniones circularon ayer entre los expertos en la realeza británica sobre el tipo de funeral que debe proporcionarse a Lady Diana.
En San José, Alan Green, director de promoción comercial de la Embajada británica, expresó anoche que abrirán un libro de condolencias, pero que aún no saben la hora pues eso lo decidirá el embajador en nuestro país, Michael Jackson, hoy por la mañana.
La Princesa y su amigo egipcio Dodi Al Fayed fallecieron al estrellarse el vehículo Mercedes 600 en el túnel del puente parisino del Alma, cuando a gran velocidad, procuraban eludir a varios fotógrafos.
En el mismo accidente, falleció el conductor del vehículo, empleado del hotel Ritz de París, y el guardaespaldas de Diana quedó herido.
Lady Di, según los expertos, tenía absolutamente todo lo que cualquier ser humano pudiera desear, pero jamás alcanzó la felicidad.
Su trágico final, sin embargo, ha desatado una incuestionable molestia respecto de los alcances de la prensa y, sobre todo, del respeto a la vida íntima de las personas.
Trituto a la Princesa
Los lugares asociados con ella en el Reino Unido, en París y hasta en diversas representaciones diplomáticas británicas en el mundo, en especial en Estados Unidos, se convirtieron en verdaderas alfombras de flores, estampas religiosas, cartas, dibujos y velas.
En la catedral de Saint Paul de Londres, unas 2.000 personas se reunieron, el domingo en la noche, para orar por la Princesa, que tenía 36 años, y dos hijos ahora huérfanos de madre: Guillermo, de 14, y Enrique, de 12.
Diana creó un nuevo estilo en la monarquía británica en el que combinó una activa agenda social con labores humanitarias y el respaldo personal a organizaciones de caridad.
El primer ministro, Tony Blair, declaró sentirse "más que desvastado" por la noticia. "Todo el país, todos nosotros, estaremos de luto. Diana era una persona maravillosa, cálida y compasiva a quien la gente amaba en todo el mundo, y su muerte será sentida como la de una amiga", precisó Blair en un comunicado.
La emisora británica BBC anunció la suspensión de su programación regular y pasó el día transmitiendo música sacra. Todas las banderas en el Reino Unido y sus misiones diplomáticas estuvieron a media asta.
Un portavoz de la cuñada de Diana, Sarah Ferguson, dijo que "la Duquesa (de York) ha perdido a alguien a quien siempre consideró una hermana y su mejor amiga. No hay palabras suficientes para describir el dolor que siente su corazón."
Pero muy afectado, además de los familiares, parecía estar el pueblo británico. Centenares de personas con los ojos enrojecidos se acercaron a los palacios de Buckingham y Kensington a dejar flores y mensajes y poner velas en honor a la Princesa.
Su muerte incluso logró pasar por encima de la violencia sectaria en Irlanda del Norte, donde tanto católicos como protestantes y sus dirigentes guardaron luto por la Princesa de Gales.
"He estado en ese mismo túnel perseguido por paparazzi, y te hostigan con luces, te siguen y te molestan todo el tiempo. Ocurre en todo el mundo, y ciertamente se ha agravado", expresó el actor Tom Cruise, protagonista de Misión imposible y Jerry Maguire.
En Italia, Luciano Pavarotti, quien trabajaba con Diana en algunas misiones caritativas, pidió "una ley para proteger a los ciudadanos" de la invasión de la privacidad y dijo que el mundo perdió un símbolo de amor.
El parte médico
Los profesores Bruno Riou y Philippe Pavie, del hospital La Pitié Salpetriere de París, publicaron en la mañana de ayer el siguiente parte médico sobre las causas de la muerte de Diana de Gales:
"La Princesa de Gales fue víctima esta madrugada (noche del sábado en nuestro país), en París, de un accidente de circulación a gran velocidad. Fue inmediatamente recogida por el SAMU (Servicio de Ayuda Médica Urgente), que efectuó la reanimación inicial".
"A su llegada al hospital La Pitié Salpetriere, presentaba un choque hemorrágico gravísimo de origen toráxico y al poco tiempo un paro cardiaco.
"Una toracotomía urgente puso de manifiesto una llaga importante de la vena pulmonar izquierda.
"Pese al cierre de esta llaga y a un masaje cardiaco externo y luego interno de dos horas, no se pudo restablecer la eficacia circulatoria y el fallecimiento fue constatado a las 04:00 H (02:00 H GMT) de la mañana".
Firmado: Prs. Bruno Riou y Philippe Pavie