Una nueva estrella femenina empieza a brillar en el cielo musical. Y aunque el firmamento es amplio, competitivo, y ella es una joven frágil, el micrófono la transforma. A través de sus composiciones muestra una mujer que conoce de pasiones, de alegrías y tristezas.
Su nombre: Marcela Morelo, argentina de 27 años de edad, deseosa de que todos prueben las refrescantes tonadas de su Manantial.
Su historia
Marcela confiesa que desde siempre supo que quería ser cantante, y que, cuando niña, jugaba con una escoba a que esta era un micrófono. Ponía un disco y hacía que cantaba. Además, era la elegida en las fiestas de la escuela o en las reuniones familiares. Le daban una guitarra y le era difícil negarse a cantar, aunque pocas veces pudo evitar el ponerse colorada.
Ya en su época de adolescencia empezó a estudiar música y formó varios grupos de música pop con sus amigos. Entre ellos, "Pomelo Galante" y "Clips", hasta que grabaron un disco donde su voz se destacaba en los coros.
Aquellos años de adolescencia, sobre todo los últimos, fueron los de certeza. Mientras sus amigos ingresaban a la universidad o los negocios, esta argentina prefería insistir con la música. Haciendo jingles supo de resolver situaciones rápidas.
Así recorrió su país, donde pisó salas y bares para avanzar hacia el centro, desde el principio llamando la atención, pues era raro ver a una chica atractiva haciendo percusión y dejando oír una vez clara y personal.
Luego repitió esa fórmula como solista, hasta que un día llegó una gran oportunidad. Rodolfo Lugo, antiguo compañero de escenario, le propuso grabar tres canciones.
La confianza guió a ambos a exponer su trabajo a la disquera BMG Ariola de Argentina, allá por el mes de julio de 1996. Desde ese momento, el trabajo no se detuvo. Ya en enero de 1997 se realizó la preproducción del disco de Marcela como solista, que contiene diez temas, todos compuestos por Marcela.
Como se puede dar cuenta, Marcela Morelo no es una cara surgida de nada y Manantial no es el producto de una estrategia de mercado. El disco y la voz que la sostienen son el resultado de una vida, la de una mujer dedicada a la música.