
Fueron los años de
Hoy, 20 años después, algunos jocosamente la recuerdan como la “moda furris” del 91, al compararla con las tendencias actuales: pantalones de talle bajo, pelos planchados a más no poder, blusas y vestidos pegados al cuerpo –que dejan ver hasta el más profundo de los escotes– y camisetas tipo ‘polo’ tan ajustadas, que dan rienda suelta a la imaginación de espaldas y abdómenes cuadriculados, casi perfectos'
Lo cierto es que la moda que vivimos en Costa Rica a inicios de los 90, tenía de todo un poquito. Por un lado, estaban las costureras que trabajaban cortes básicos y muy simples, poniendo especial atención al tejido, el color y la caída de la tela.
“Eran diseños que delineaban el cuerpo sin marcarlo ni exagerarlo, combinados con accesorios vistosos, sin llegar a lo excéntrico y recargado”, recuerda María Eugenia Varela, directora de la carrera de Diseño de Modas de la Universidad Creativa.
Por otro lado, estaba todo lo que nos llegaba de fuera, aunque tardíamente, incluyendo tendencias musicales que también influyeron en la moda noventera. “Cómo no acordarse de los
Al igual que Varela, Lobo sostiene que los ticos ante todo buscaban la comodidad.
“La moda era más holgada y esto se veía en las chaquetas, los pantalones con paletones, los trajes enteros y hasta en los calzoncillos de hombre, al estilo Olympo Crown.
“Las mujeres se inclinaban por blusones con detalles en los cinturones, pantalones de ‘corte mamá’ (hasta el ombligo), hombreras y botones exagerados, collares de muchas vueltas y blusas de seda y satín en colores brillantes”, amplía el experto.
Los estampados eran abstractos y asimétricos, en el caso de los hombres. Además, había una tendencia al contraste, es decir, a no combinar: rosa y celeste, verde y naranja, amarillo y morado eran combinaciones que lucían extremadamente modernas.
A todo esto, añade Varela, hay que sumar los famosos
“El auge de Internet apenas comenzaba, y lo que nos llegaba era por medio de la música, el cine y la televisión. Uno lo que hacía era copiar o hacer su propia versión de la moda, con patrones básicos que salían en las revistas y que se llevaban a las costureras”, recuerda Varela.
“La gente que podía viajar era la que traía la moda, que aquí demoraba en llegar hasta dos años. Sin embargo, a principios de los 90, comienzan a entrar compañías extranjeras como Tommy Hilfiger, Guess, Náutica y otras similares, que abren más el mercado nacional a nivel de tendencias”, comentó Lobo.
La realidad de los ticos, con su moda local, era muy distante de la que imperaba en las grandes capitales del mundo, donde los 90 comenzaron con mucho
Tras el exceso propio de los 80, la moda a inicios de los 90 en Europa y Estados Unidos no estuvo caracterizada por un estilo específico, sino más bien por un impulso de las personas a marcar su individualidad a través de la ropa. La gente elegía lo que la hacía sentirse mejor, sin darle importancia a las tendencias: se buscaba la libertad para relajar la atmósfera ochentera, típicamente fastuosa y exuberante.
“Aunque el
Dolce & Gabbana coronaron su fama en los 90, al ser los favoritos de las grandes celebridades. El genial Jean Paul Gaultier –quien empezó en París en los 80– diseñó el tour
Giorgio Armani se consagra en la perfección del corte de sus prendas, con ricos textiles que dan a la mujer la comodidad del vestuario masculino.
“La silueta de la mujer no era tan femenina, ni la del hombre tan masculina' Los cortes eran muy parecidos; por eso, ambos podían usar pantalones de talle alto o camisetas de cuello tortuga. El negro era el color de moda, sobre todo en los trajes de noche”, rememora Varela.
El inicio de los 90 dio paso a una “moda desarreglada” que –aunque exportaba de otros países– también se dejó ver en Costa Rica y fue bien recibida por la gente joven y, hasta cierto punto, rebelde.
Camisas de franela a cuadros,
Este ‘estilo de vida’ nace en la ciudad de Seattle, Estados Unidos, en los años 90, y estuvo muy bien representado por artistas como Kurt Cobain (Nirvana), Eddie Vedder (Pearl Jam) y otras bandas como Soundgarden y Alice In Chains.
Para algunos, el
Ellos fueron fieles ejemplos de mucha imagen, sonido sobreproducido, pantalones ajustados de cuero,
El
“Podríamos hablar de una moda ‘desarreglada’ o de una ‘democratización’ del lujo”, como respuesta a los excesos y la moda ostentosa del capitalismo de los 80.
En los 90, las casas de moda en Francia empiezan a ver cómo la gente vuelve su mirada a músicos como Kurt Cobain, que impusieron una estética desaliñada y un gusto por lo simple y barato, que nada tenía que ver con diseño”, asegura la especialista en moda Amanda Moncada.