Nació 1897
Murió 1977
Profesión: artista
Nacionalidad: costarricense
Considerado uno de los pintores más trascendentes de la generación nacionalista de las artes plásticas costarricenses, Teodorico Quico Quirós fue, ante todo, un extraordinario paisajista. El crítico Arturo Echeverría Loría escribió al respecto: El paisaje en la pintura de Quico tiene un valor estructural potente, su composición es sencilla y fuerte, sin trucos, no se sostiene en los lugares comunes y llega a lo original por medio de la austeridad, no es estridente en la línea ni en el color, usa su paleta con suavidad, nos lleva a lo íntimo del paisaje tico por excelencia, al paisaje triste, angustiado de altura, o al de la bajura que lucha con un mar que juega en medio de un sofocante calor que lanza claridades iridiscentes.

Nació en San José. Desde muy niño manifestó una fuerte vocación artística y una extraordinaria facilidad para el dibujo. Joven aun viajó a Estados Unidos y llevó a cabo estudios de arquitectura e ingeniería en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, entre 1916 y 1920. Como estudiante destacó por su polifacética actividad artística -que lo hizo acreedor de premios, medallas y reconocimientos- pues diseñó emblemas varios, así como el vestuario y el decorado del ballet estudiantil Noche de Osiris.
Cuando regresó a nuestro país recibió el título de Ingeniero Arquitecto de la Facultad de Ingeniería de Costa Rica. Entre las obras que realizó en el ejercicio de tal profesión en suelo patrio destacan las iglesias de San Isidro de Coronado, de Curridabat, de Barva y de San Ramón, además del Reformatorio del Buen Pastor, y la Capilla de las Animas.
Sobresaliente tanto en la ejecución de acuarelas como en óleos, su labor como pintor es importantísima. A él se debió la organización de las primeras exposiciones colectivas de artistas que, efectuadas anualmente en el Teatro Nacional, entre 1928 y 1937 sacudieron y renovaron el mundo cultural costarricense. Recordándolas, Manuel de la Cruz González dijo: Todos hacíamos cositas, pero vino Quico y nos encendió. Nos sacó de la casa y nos puso a pintar de verdad. Cuando en 1942 el señor Quirós fue nombrado Decano de la Academia de Bellas Artes (labor que desempeñó hasta 1945), se propuso modernizar el plan de estudios para adecuarlo a las nuevas corrientes pictóricas y plásticas.
En Costa Rica su producción artística lo hizo merecedor de importantes premios, entre ellos el Premio de Pintura Aquileo J. Echeverría de 1964. A raíz de una exposición que efectuó en Roma en 1953 fue admitido como miembro de la Academia de San Giorgio. En sus últimos años hubo una notable variación en su estilo; al respecto el escritor Ricardo Ulloa dice: Entre 1955 y 1956 pinta algunas obras de expresionismo macabro, con motivos o sugerencias indígenas de particular misterio y colorido oscuro. Corresponde a lo que podríamos llamar sus pinturas negras...
Este extraordinario artista falleció en San José.