Nació: 1845
Murió: 1916
Profesión: médico y bacteriólogo
Nacionalidad: rusa
Notable investigador científico, Metchnikoff fue el biólogo que, tras muchos años de trabajo en el microscopio, formuló la teoría fagocitósica de la inmunidad que explica la capacidad del cuerpo humano para resistir y vencer las enfermedades infecciosas.
Este trascendental descubrimiento y sus posteriores trabajos relacionados con la inmunología, lo hicieron merecedor del premio Nobel de Medicina y Fisiología de 1908, galardón que compartió con el médico alemán Paul Ehrlich.

Nació en Jarkov, en cuya Universidad llevó a cabo estudios superiores de Medicina. Se trasladó luego a Alemania y amplió su preparación científica en la Universidad de Wurzburgo. Cuando regresó a Rusia inició su trabajo como ayudante de profesor en la Universidad de San Petersburgo, de donde pasó, en 1870, a desempeñarse como profesor de Zoología y Patología microbiana en la Universidad de Odessa. Dimitió el cargo doce años más tarde para consagrarse a la investigación bacteriológica y patológica.
Conquistó fama mundial en 1884 por el descubrimiento de la fagocitosis. Posteriormente logró establecer in vitro, en forma experimental, que esta propiedad constituía una función generalizada a todos los glóbulos blancos del organismo.
Así dio clara explicación sobre el proceso de los abscesos, las infecciones y las inflamaciones, y señaló el camino para la adecuada terapéutica, estableciendo el esfuerzo del organismo para defenderse de los elementos patógenos extraños.
Tras dirigir el Instituto Bacteriológico de Odessa de 1886 a 1888, pasó al Instituto Pasteur de París, del que fue nombrado subdirector en 1895.
Los importantes descubrimientos que sobre la sífilis realizó prepararon el camino para que Ehrlich descubriera un tratamiento eficaz contra este mal.
Además, Metchnikoff introdujo en terapéutica el empleo de los fermentos lácticos para modificar la fermentación pútrida en el intestino.
Publicó varias obras, entre ellas Lecciones sobre la patología comparada con la inflamación, La inmunización en las enfermedades infecciosas, Bacterioterapia, vacunación y sueroterapia, Algunas anotaciones sobre la leche agria, y un trabajo popular, La naturaleza del hombre. Su última obra, de 1908, es La prolongación de la vida.
Este bacteriólogo eminente, cuyos descubrimientos marcan un hito en la historia de la Medicina, falleció en París.