Por Rafael Cañas
Washington, 17 may (EFE).- EEUU estudia el origen de un proyectil con gas sarín en Irak mientras mantiene la fecha del 30 de junio para la devolución del poder en ese país pese al asesinato hoy del presidente de turno del Consejo de Gobierno, Ezedín Salim.
El retraso de la entrega del poder a un Gobierno provisional iraquí, previsto para el 30 de junio, "es lo que quieren los enemigos de la libertad y no tendrán éxito", afirmó el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan.
Adam Ereli, portavoz adjunto del Departamento de Estado, insistió en que la transferencia del poder del 30 de junio, que es una fecha simbólica para la creación de un Irak democrático, "procede a su ritmo y tendrá lugar".
Salim murió en un atentado suicida cometido con un coche-bomba en Bagdad, en el que fallecieron otras ocho personas, a la entrada de la "Zona Verde", donde se encuentra el cuartel general de la Administración de la coalición liderada por EEUU.
Ereli no pudo confirmar si los autores del atentado se dirigían específicamente contra Salim por su cargo. "Todo lo que podemos decir en este momento es que una bomba estalló y mató a gente que quería entrar en la Zona Verde", indicó.
Mientras tanto, las autoridades estadounidenses estudian el origen de un proyectil de artillería con gas sarín que estalló el sábado cerca del aeropuerto de Bagdad.
Fuentes estadounidenses indicaron que los dos componentes que se mezclan para crear el sarín no se combinaron de forma adecuada.
Debido a que incluyen dos componentes separados por motivos de seguridad durante el transporte y manejo, esos proyectiles son denominados del "tipo binario", y las autoridades de EEUU creen que la munición de artillería de esa variedad era experimental y se fabricó antes de la Guerra del Golfo de 1991.
Los técnicos no tienen forma de saber por ahora si quienes colocaron el proyectil de 155 milímetros y lo prepararon para actuar como una bomba al paso de un convoy militar estadounidense, sabían o no que manejaban armas químicas.
El obús no tenía marcas o inscripciones que indicaran si contenía sarín, añadieron las fuentes, que pidieron el anonimato, y mostraron su preocupación porque pueda haber más proyectiles de ese tipo que no avisen de su contenido.
El general Mark Kimmitt, portavoz militar estadounidense en Irak, explicó que, después de haber explotado, el artefacto liberó una pequeña cantidad del gas nervioso.
Kimmitt añadió que dos artificieros militares estadounidenses recibieron asistencia por "exposición menor" al gas letal.
El Gobierno del presidente George W. Bush justificó la invasión de Irak en marzo de 2003 por la presunta existencia de armas de destrucción masiva, pero tales armas nunca aparecieron, aunque el hallazgo del proyectil con sarín podría respaldar sus tesis.
Por ello, el Gobierno estadounidense ha reaccionado con cautela y sin triunfalismo, a la espera de tratar de averiguar si el proyectil procedía de un arsenal secreto o simplemente pudo ser "extraviado" durante su traslado.
Irak empleó con frecuencia proyectiles de artillería con armas químicas durante la guerra con Irán (1980-1988).
El Gobierno de Sadam Husein afirmó antes de la invasión que había eliminado todas sus armas de destrucción masiva.
Tras la invasión de Irak, EEUU creó el llamado Grupo de Inspección Iraquí para buscar armas de destrucción masiva en ese país con resultado negativo hasta ahora.
Por ello, en los últimos meses el Gobierno de Washington dirigía sus denuncias hacia los intentos del régimen de Sadam Husein de lograr ese tipo de armamento al carecer de pruebas de que realmente los tuviera. EFE
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