El famoso tenor italiano Luciano Pavarotti y la consagrada cantante folclórica Mercedes Sosa fueron ovacionados por unas 30.000 personas que disfrutaron con ese inédito espectáculo al aire libre.
El tenor italiano y la cantante folclórica argentina interpretaron a dúo el tema Caruso, según la versión de Lucio Dalla, y la canción popular napolitana Cuore ingrato, el viernes 23 de abril, en el estadio La Bombonera del equipo Boca Juniors.
Entre los dos temas, Sosa le obsequió un poncho guatemalteco a Pavarotti, porque en junio el tenor realizará en Módena un recital a beneficio de los necesitados de Guatemala,
El diario Clarín dijo que, "durante más de dos horas, fascinaron al público. La gente los ovacionó todo el tiempo. Fuegos artificiales cerraron una noche mágica''.
El Diario Popular tituló: "¡Tembló La Boca! Pavarotti y Mercedes Sosa cantaron a dúo y estremecieron a la multitud".
Sosa inició el programa con la Misa criolla de Ariel Ramírez. La acompañaron su orquesta habitual con el charanguista Jaime Torres como artista invitado, y el Coro Polifónico Nacional.
Las posibilidades vocales de Sosa se vieron disminuidas por una disfonía. A partir del Agnus Dei, su voz perdió redondez y volumen y se oyeron algunas notas destempladas.
Sin embargo su entrega y profesionalismo le valieron el caluroso apoyo de un público fervoroso, y su versión de la Misa fue conmovedora.
El solo del charanguista Jaime Torres, que preludió el Gloria fue calurosamente aplaudido.
El recital continuó con Agitando pañuelos, de los hermanos Abalos; Mi madre y María, de Víctor Heredia; Cuando ya me empiece a quedar solo, de Charlie García, y Sólo le pido a Dios de León Gieco, la cual fue precedida por un pedido por la paz del mundo.
En medio de una clamorosa ovación, Sosa presentó al tenor, quien, haciendo gala de sus condiciones vocales, ofreció las arias Quanto é bella, quanto cara y Una furtiva lágrima, de Donizetti; Recondita armonia y E lucevan le stelle, de Puccini, y las populares Matinatta, de Leoncavallo; La Girometta, de Sibella, y Non ti scordar di me, de Curtis.
Fuera de programa entregó una versión de Granada, entonada con una simpática dicción del español, y el esperado O sole mio, colmando así las expectativas de un público estremecido.
El esperado fin de fiesta llegó con los dos artistas cantando juntos Caruso, de Lucio Dalla, y la tradicional Cuore ingrato.
En ambas Mercedes Sosa entonó las secciones graves, casi recitativos, y Pavarotti lució su virtuosismo en los estribillos.
El recital se cerró con demostraciones de afecto entre los dos protagonistas y una entusiasta ovación de los espectadores.