San Sebastián (España), 11 feb (EFE).- Dos monjes benedictinos fueron detenidos hoy en Lazkao (España) y Urt (Francia) por su supuesta relación con la banda terrorista ETA, aunque el primero de ellos, responsable de un archivo sobre la historia del País Vasco en la provincia española de Guipúzcoa, quedó en libertad.
La operación policial en Guipúzcoa comenzó a las 12.00 hora local (11.00 GMT), cuando agentes de paisano se personaron en el monasterio de los benedictinos de Lazkao para interrogar al fraile Juan José Agirre Begiristain, de 75 años.
Cuarenta minutos después se registró el arresto del monje Marcel Echandi en la abadía de Notre Dame de Belloc, en la localidad francesa de Urt, explicaron fuentes próximas a la investigación.
Según fuentes de la lucha antiterrorista, los dos monjes figuraban en los papeles incautados al máximo dirigente de ETA Mikel Albisu, "Mikel Antza", arrestado en octubre pasado en Francia, como receptores de distintos paquetes que podrían contener documentación sobre la banda terrorista.
Agirre Begiristain es el responsable del principal archivo sobre la historia del País Vasco del siglo XX, ya que el religioso ha recopilado durante décadas todo tipo de libros, publicaciones periódicas y documentos de relevancia histórica editados en el País Vasco o relacionados de alguna manera con esa región.
Conocidos y colaboradores del fraile explicaron a EFE que en este archivo se recibía periódicamente documentación de ETA, como sus boletines internos (Zutabe), que Agirre clasifica y custodia con la convicción de que "lo que hoy es política y terrorismo, mañana será historia".
De acuerdo con estas fuentes, en este archivo, que el Gobierno regional vasco ha ayudado a informatizar, constan documentos históricos como el acta fundacional de ETA, así como documentación original sobre la historia de partidos y de movimientos clandestinos de organizaciones vascas durante el franquismo.
Historiadores, sociólogos e investigadores visitan frecuentemente la biblioteca del convento para utilizar sus fondos documentales en sus tesis doctorales y otros trabajos sobre la historia reciente del País Vasco.
Personas cercanas al benedictino indicaron a EFE que el propio Agirre había expresado su temor de que la custodia de los documentos de ETA pudiera comprometerle y llevarle a ser detenido.
Tras cuatro horas de operación policial, la Guardia Civil abandonó el convento y Agirre quedó en libertad "a disposición de la Audiencia Nacional" española, señalaron fuentes de la lucha antiterrorista, que matizaron que su presunta relación con ETA sería de "perfil bajo".
Una vez en libertad, el monje explicó que los agentes que le interrogaron le informaron de que "quedaba detenido" y le indicaron que se le vinculaba con un dirigente de ETA, a lo que él respondió que "jamás" ha tenido relación con ningún miembro de la banda terrorista.
"Mi misión no es hablar con unos y con otros. Yo como archivero tengo las puertas abiertas para todo el mundo, no hago distinción. Mi misión es recopilar, con ansias de tener de todos, de todos los partidos, tanto de izquierdas como de derechas, porque eso es historia del mañana", afirmó Agirre ya en libertad. EFE
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