Cuando le piden a Brittany Hensel que describa a su hermana gemela, se deshace en halagos: “
“
Se conocen bien. Hace 21 años que comparten día a día de una manera más íntima y profunda de lo que muchos puedan imaginar. Sus dos almas se fusionaron en un solo cuerpo, quizá para darle al mundo un ejemplo de amor.
Abigail y Brittany Hensel son siamesas, producto de un solo óvulo que, por razones desconocidas, fracasó en el proceso de división que produce gemelos idénticos. Casos como el suyo ocurren solo uno por cada 50.000 nacimientos y, en el 40% de ellos, los niños nacen muertos.
Los gemelos dicefálicos, como las Hensel, que poseen dos cabezas pero comparten un cuerpo con dos piernas, se cuentan dentro de los más raros; en la historia médica se registra menos de una docena.
Patty y Mike Hensel no sabían que su primer embarazo iba a ser uno de ellos. La madre, una enfermera de entonces 31 años, no tuvo señales de que algo anduviera mal en su gestación. Los ultrasonidos indicaban que en su útero había solo un feto, pues probablemente las cabezas de las niñas se alinearon en los ultrasonidos.
Como parecía que el bebé estaba colocado de nalgas, la madre fue sometida a una cesárea. Así, Abigail y Brittany vinieron al mundo el 7 de marzo de 1990, cuando un equipo de especialistas abrió el vientre, jalaron primero los glúteos, después las piernas y... dos cabezas.
“Estuvimos bastante deprimidos durante un rato. ¿Cómo las vamos a cuidar? ¿Irán a pasar enfermas todo el tiempo?”, recordó el padre, un carpintero de oficio, en el artículo de
Pero una vez que quedó claro que las niñas estaban sanas y que los nuevos padres adquirieron práctica para bañarlas, alimentarlas y cuidarlas, sintieron la seguridad de que iban a sobrevivir por muchos años.
Aparte de una operación para eliminar un tercer brazo que salía en medio de sus dos cabezas, otra para corregir la curvatura de la espina dorsal, y una tercera para ampliar su cavidad del pecho, las gemelas no han necesitado mayores atenciones médicas.
Debajo de los cuellos, hay un solo torso, un par de brazos y un par de piernas. Cada una tiene su propio corazón y su estómago, pero juntas dependen de tres pulmones, un hígado y los intestinos. También comparten el mismo sistema circulatorio; sus espinas dorsales se unen en la pelvis y abajo de la cintura, tienen los órganos de una sola persona.
Cada una controla las extremidades de su lado, Abigail el derecho y Brittany el izquierdo; incluso perciben sensaciones exclusivamente de su costado. Sin embargo, ellas se las ingenian para moverse como un solo ser. Aprendieron a caminar a los 15 meses –sin que nadie les explicara cómo– y cada una escribe perfectamente con su respectiva mano. Eso sí, experimentan hambre por aparte y necesidades separadas de orinar y de dormir.
Durante los primeros seis años de su vida, las Hensel permanecieron resguardadas de los medios en su casa, una granja de varias hectáreas en Minnesota. Su historia se dio a conocer en marzo de 1996, cuando aparecieron en la portada de la revista
Solo unas semanas después, las gemelas fueron al programa de Oprah Winfrey.
Hace cinco años, en abril del 2006,
El equipo de producción acompañó a la familia Hensel varios días para filmar su estilo de vida y estar presente en el cumpleaños 16 de las Hensel. El video, de una hora, es la última entrevista que han dado desde entonces y las mostró libres de los estereotipos que hacen que muchos las vean como monstruos.
“Al igual que otros gemelos, ellas tienen personalidades y gustos diversos. Abigail es decidida y autoritaria, Brittany es bromista. Una prefiere la ropa de colores pastel, la otra, los sombreros llamativos. No sería raro que un día salgan a la calle con un zapato diferente en cada pie”, asegura un artículo del diario británico
Durante su adolescencia siguieron exhibiendo una coordinación que asombra a los doctores: andan en bicicleta, nadan, bailan, cocinan, tocan piano, escriben en la computadora, juegan boliche, voleibol y softbol.
Al cumplir los 16 años, pasaron el examen de manejo y obtuvieron la licencia. Al conducir, cada una utiliza su brazo para controlar el volante;
Hoy las gemelas Hensel tienen 21 años y llevan una vida normal en Carver Country, un pequeño pueblo donde todo el mundo las conoce. Viven con sus padres y sus dos hermanos menores –Dakota y Morgan–, caminan por la calle, van de compras, salen con sus amigas y asisten a la iglesia y a la universidad.
Como estudiantes, han sido buenas en diferentes materias y, pese a estar siempre tan cerca, no se copian en los exámenes. Rara vez discuten, la mayoría del tiempo andan de buen humor, solo cuando la familia sale fuera de la comunidad, la curiosidad de los demás les resulta molesta.
“La gente a veces hace cosas estúpidas. No nos enoja que nos pregunten; lo que odiamos es que nos tomen fotos o videos”, reclaman en conjunto.
Tanto ellas como sus familias, se han esforzado para que sean valoradas como personas independientes, pero también saben de los desafíos que les traerá la edad adulta. ¿Se enamorarán? ¿Se casarán alguna vez?
Las gemelas comparten el sistema reproductivo y aseguran haber discutido ya la posibilidad de tener hijos.
La idea de ser separadas está fuera de consideración. De hecho, ninguna se imagina cómo sería la vida sin su hermana.
“No queremos que nos separen; lo mejor de ser gemelos conjugados es que siempre habrá alguien a tu lado”, afirma
Si una tiene comezón, la otra la rasca, y también le presta su mano para poder contar en alguna operación matemática; hasta sería capaz de tomarse un medicamento para que su hermana se sienta mejor...
Abigail y Brittany siguen brindando al mundo el mismo ejemplo de respeto, cooperación, camaradería y dignidad que dieron en 1996, cuando su familia accedió contar al mundo su historia.