Una compañía del empresario de espectáculos, Don Stockwell, fue la que más dinero aportó a la pasada campaña electoral mediante la compra de bonos de deuda política.
En enero de este año, la firma Eventos y Música Tropix II, presidida por Stockwell, desembolsó ¢555 millones (más de $1 millón) para comprarle 739 bonos al Movimiento Libertario, cuyo candidato era el exdiputado Otto Guevara Guth.
Aparte de los bancos, que otorgaron préstamos a los partidos, ninguna otra empresa o persona entregó tanto dinero a una agrupación política durante el proceso electoral, el cual se financió principalmente con créditos bancarios y bonos de deuda.
Consultado por este medio, Stockwell dijo que dedicó tiempo y recursos a la campaña del Movimiento Libertario debido a su amistad con Otto Guevara.
Según dijo, consideró que invertir en bonos era una excelente oportunidad de recibir una retribución económica, con intereses incluidos, en un corto plazo.
El dinero invertido, agregó, provino de las ganancias y fondos de su empresa (Eventos y Música Tropix II), la cual realiza conciertos con cantantes famosos, así como otros espectáculos.
Stockwell está muy por encima de los otros grandes compradores de bonos. Los dos más cercanos, Purdy Motor y Julio Acosta Musmanni, compraron menos de ¢100 millones cada uno.
Ronaldo Alfaro, tesorero del Libertario, relató que Stockwell se mostró interesado en invertir en la campaña y ellos le explicaron las ventajas de los bonos, lo que despertó su interés.
“Entiendo que trae sus inversiones en el área de entretenimiento. Desde mi punto de vista, es un empresario reconocido de eventos musicales. No es cualquiera el que trae a Chayanne, debe haber respaldo financiero”, comentó el tesorero, quien sostuvo que el descuento y el interés (9,25% en este momento) que el Estado paga por los bonos son muy atractivos.
Dichos certificados son un sistema de financiamiento establecido en el Código Electoral.
Quirós comentó a
Stockwell le compró al Libertario 55 bonos del tipo B en ¢55 millones, sin descuento, aunque con una alta expectativa de pago.
Además, adquirió 684 bonos del tipo C, en ¢500 millones, gracias a que el partido le ofreció un descuento de ¢184 millones. Estos tienen una menor prioridad de pago.
El Libertario hizo seis emisiones de bonos de ¢1.000 millones cada una (A, B, C, D, E y F) y, por votos, tiene derecho a ¢3.105 millones.
En este momento, el departamento de Financiamiento de Partidos Políticos del TSE revisa los gastos y bonos del partido dentro de la liquidación de deuda.
Los partidos políticos pueden hacer varias emisiones de bonos de deuda política para captar recursos; las primeras tienen prioridad. Por ejemplo, pueden emitir 1.000 certificados de ¢1 millón cada uno, para recaudar ¢1.000 millones.
El comprador aporta dinero en efectivo y, a cambio, el partido le otorga un certificado con una expectativa de pago que depende de la cantidad de votos que saque, pues el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) compensa gastos de campaña según el resultado.
El partido puede otorgar descuentos. Es decir, si el partido vende un bono de ¢1 millón, puede aceptar que el comprador le pague ¢900.000 a fin de que, cuando lo haga efectivo, se gane ¢100.000. Se pueden cobrar hasta dos años después de la elección.
Dichos certificados también pueden ser utilizados para pagar a proveedores o para ofrecer garantías a los bancos.