EscucharLos amoríos íntimos tienen su toque si se dan en París: ciudad siempre primaveral para el romance... o para el divorcio, esta vez con varones franceses y con mujeres estadounidenses, como sucede en la película Divorcio a la francesa (2003), dirigida por James Ivory.
En esta ocasión, el director Ivory se basa en una novela exitosa de Diane Johnson, con un guion escrito por él con la colaboración habitual de Ruth Prawer Jhabvala. Lo que sucede con James Ivory, esta vez, es que él se aparta de su estilo tradicional de hacer cine, o sea: se distancia del drama intimista de época, y lo logra con maña camaleónica.
Lo hace por gusto, por experimentar o porque revienta de ganas. Lo cierto es que Ivory se mete en el análisis de conductas, pero en una comedia que a veces es romántica y, a veces, es simple comedia de costumbres. Por ahí anda el filme, aunque ?por ratos? la película parece cantante desafinado en un concierto, porque pierde estilo y definición.
Así, hay escenas propias de una comedia pícara, pero hay otras secuencias con innecesario peso intelectual. Por eso: tanto como se hila el argumento igual se deshila, tiene buen ritmo por un momento y se frena al siguiente. La comedia parece un conejo al que le han metido guaro, por lo que se pierde en sus galerías.
Hay que señalar la mala espina de la película contra los franceses, a los que ridiculiza mientras los enfrenta a la espontaneidad y bondad gringas (¿acaso para sacarse el clavo porque los franceses no acompañaron a los Estados Unidos en su invasión a Iraq?).
Las actuaciones de Kate Hudson y de Naomi Watts (a cual más seductora y bella de las dos) resultan frescas y encantadoras. Ellas son lo mejor en este filme de logros aislados: Kate Hudson como la jovencita enamorada de un tipo casado de 55 años, francés, y Naomi Watts como la poetisa y madre abandonada por su esposo infiel, igualmente francés. Ellas son hermanas y californianas.
Con su inconsistencia y su inconstacia, la película resulta tan distante como un grito en lo alto de la torre Eiffel.
Cómo, dónde, cuándo...:
Divorcio a la francesa se exhibe en San Pedro, Cariari, American Mall, Cinépolis, Cinemark (Escazú, Este).
Entrada : De ¢1.200 a ¢1.500, según la sala. Precio especial para pensionados y en funciones vespertinas.
Horario: Funciones regulares.
