Los Angeles (EEUU), 2 may (EFE).- El vicepresidente de EEUU, Dick Cheney, está consciente de su mala imagen pública, según confiesa en una entrevista con la revista mensual “Vanity Fair”.
Eso no quiere decir que piense hacer algo para remediarlo, añade el vicepresidente en la entrevista que la publicación incluye en su próximo número.
Cheney, de 64 años y en su segundo mandato como vicepresidente, goza en estos momentos de una popularidad que ronda un 20 por ciento en las encuestas.
Al margen de sus decisiones políticas, su imagen pública también se ha visto marcada por numerosos incidentes que le han convertido en el blanco de bromas.
Entre ellos, los más recientes son el accidente donde le disparó a un amigo mientras cazaban codornices en Texas o su foto dormitando en una silla durante una recepción con el presidente chino, Hu Jintao.
"Mi imagen podría mejorar... si pasara más tiempo como una figura pública para tratar de mejorarla, pero no es la razón por la que estoy aquí", afirma uno de los vicepresidentes más reservados de la historia estadounidense.
Se trata de una entrevista inusual en una revista de tono liberal, donde se alternan artículos de política actual con temas candentes y entrevistas cinematográficas, capaz de lanzar al estrellato a alguien por el mero hecho de ponerla en su portada.
Cheney también rechazó a los que le caricaturizan como el hombre que tiene el poder detrás del trono.
"Tenemos un sistema que funciona para este presidente y para mí", asegura el 46 vicepresidente estadounidense en referencia a George W. Bush.
Durante la entrevista, Cheney se negó a responder algunas preguntas que, según sus colaboradores, entraban en materia de Estado.
Sin embargo, habló de la guerra de Irak, donde dijo que EEUU había hecho "lo que tenía que hacer".
Fuera de la Casa Blanca, la entrevista describe a Cheney y a su familia como muy unida.
Esta relación también incluye a su hija Mary quien, según confiesa en un libro a punto de publicarse, recibió de su padre "las palabras que quería oír" cuando le dijo que era lesbiana.
"Eres mi hija y te quiero y sólo quiero tu felicidad", asegura Mary Cheney que le dijo su progenitor. EFE
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