Nació en Windlestone, Durham, en hogar integrante de la nobleza. Estudió en Sandroyd, en la Public School de Eton y en el Christ Church College de Oxford. De 1915 a 1919, voluntariamente, participó en la Primera Guerra Mundial como capitán del King's Royal Rifle Corps (en dos ocasiones resultó herido) y como oficial de Estado Mayor. Al concluir el conflicto retornó a las aulas y estudió lenguas orientales en Oxford; al graduarse hablaba correctamente el persa y el árabe. Diputado del Parlamento Conservador desde 1923, desempeñó sucesivamente los cargos de secretario del ministro de Asuntos Exteriores sir Austen Chamberlain, de 1926-29, subsecretario parlamentario del Foreign Office, de 1931 a 1933, Lord del Sello Privado, de 1934 a 1935 y ministro sin cartera para asuntos relacionados con la Sociedad de Naciones en 1935. Siendo el más joven ministro de Asuntos Exteriores de la Gran Bretaña en los últimos cien años elegante, suave, aristocrático, vistiendo siempre trajes cortados a su medida y portando el característico bombín negro de los caballeros, dirigió la diplomacia británica de 1935 a 1938. Ante la manifiesta voluntad expansionista del fascismo, mantuvo una infructuosa entrevista con Hitler y con Mussolini; este último lo calificó como "el imbécil mejor vestido de Europa".
Presentó su dimisión por discrepar con la política de apaciguamiento del primer ministro inglés Chamberlain. Fue ministro de los Dominios y de la Guerra en 1940, y aceptó de nuevo la cartera de Asuntos Exteriores en el Gabinete Churchill. Trabajó en estrecho contacto con representantes de Estados Unidos y la URSS durante la Segunda Guerra Mundial y participó en la organización de la ONU.
En sustitución de Churchill, ocupó la jefatura del Gobierno en 1955. Tuvo el más rotundo fracaso como estadista al aliarse con Francia e Israel en la ocupación del canal de Suez que había sido nacionalizado por el presidente egipcio Nasser, y se vio forzado a dimitir en 1957 al cargo de Primer Ministro y al escaño en la Cámara. Falleció en Alvediston, Inglaterra. La reina Isabel II dijo de él que "sirvió a Gran Bretaña como un valiente soldado en la Primera Guerra Mundial, y como un estadista en la Segunda; se le recordará como un sobresaliente diplomático y un hombre de coraje e integridad".