1921-1945
Nació en San José. Ella misma narró el impacto que experimentó su espíritu cuando tenía once años y presenció una función de ballet; a partir de entonces solo soñó con bailar. Sus primeras maestras fueron Gladys Pontón de Arce y Aida Kogan. Viajó a Estados Unidos, estudió danza con Martha Graham, y fue alumna de la escuela de ballet Vilzah-Shollar, de la Escuela Dramática de la Universidad de Columbia, y de la Escuela de Diseño Traphegan. Cuando regresó a Costa Rica, fundó una escuela propia y presentó, en 1937, en el Teatro Capitolio, su primera velada, Revista de Bailes Clásicos . En 1940, superando todos los obstáculos y tras titánico esfuerzo, presentó con su Ballet Tico, Amores y Amoríos , que fue seguida de Arcilla Humana , de la que el periodista Joaquín Vargas Coto dijo: “Es la obra más profunda, más artística, más nueva y original que se haya presentado en Costa Rica”.
En 1942 creó una tercera obra, el ballet lírico Romance, con música del maestro César A. Nieto. Su producción favorita y máxima creación, para la que creó la coreografía y escribió el libreto, fue el ballet sinfónico en un acto y dos fondos Destino , en el que danzan la Vida, la Muerte, la Desesperación y la Esperanza.
Falleció en San José. “Los que seguíamos de cerca las realizaciones coreográficas de Margarita sentíamos ante esa admirable evolución de su arte una extraña sensación de asombro y de alegría. De asombro, al ver cómo sus ballets realizados en solo 4 años la habían llevado a una plenitud magnífica. De alegría también pues comprendíamos todas las posibilidades insospechables que nos reservaba para el futuro. El camino de su arte estaba abierto, ancho y de un horizonte infinito. Fue entonces cuando los cuatro golpes trágicos de la Quinta Sinfonía de Beethoven vinieron a tocar a la puerta de su arte y de su vida”, escribió el profesor Enrique Macaya Lahmann.