Luis II nació en Nymphenburg, hijo primogénito de Maximiliano II y nieto de Luis I, el monarca que fue obligado a abdicar en 1848, en parte a causa de las relaciones que mantenía con la aventurera y bailarina española Lola Montes, a quien, como prueba de su amor, concedió los títulos de Baronesa de Rosenthal y Condesa de Lansfeld.
Espíritu romántico y exaltado, Luis II ascendió al trono por el fallecimiento de su padre, en 1864; poco después delegó las funciones de gobierno en el gabinete de ministros, para dedicar todo su tiempo a actividades culturales, como el patrocinio del compositor Richard Wagner, por quien sentía una incondicional admiración y a quien concedió riquezas y honores, y a la construcción de castillos de fantasioso diseño.
Tras la derrota de Austria, país con el que se alió en la guerra austro-prusiana de 1866, Baviera entró en la órbita de Berlín; posteriormente se alineó al lado del gobierno de Bismarck en la contienda que enfrentó a prusianos y franceses, en 1870. Como soberano del principal estado alemán, Luis II tuvo el honor de ofrecer la corona imperial, en nombre de los príncipes alemanes, al rey de Prusia. Pero, tras la victoria de los ejércitos prusianos en 1871, la importancia de su reino en la confederación alemana comenzó a declinar.
En 1866, después de haber puesto todo su empeño en la edificación de los palacios de Herrenchiemsee y Linderhof, por considerarse esta febril actividad constructiva como prueba de demencia, fue declarado loco. Se nombró regente, encargado de las funciones gubernativas, a su tío Leopoldo. Pocos días después de estos acontecimientos, el cadáver de Luis II apareció en el lago de Starnberg. Nunca se ha podido aclarar cuál fue la situación en que murió este irresponsable y desgraciado monarca; la versión oficial dijo que, carente de raciocinio, se lanzó al lago y murió ahogado; mas algunos creen ver en todo ello una maniobra política. El príncipe Leopoldo conservó el cargo de regente durante el reinado del hermano y sucesor de Luis II, Otón, que también fue declarado demente y despojado del trono en 1913.