Nació en la aldea eslovaca de Uhrove. Miembro del partido comunista desde 1939, siendo el líder más popular del país y con el apoyo de Moscú, en 1968 sucedió a Novotny como primer secretario del partido checoslovaco. A partir de entonces propició un cambio radical en la política y la sociedad comunista, con el objetivo de desterrar las tácticas de los viejos dirigentes estalinistas.
Partidario de una reforma global democratizadora, el "socialismo con rostro humano" que propugnó tuvo como primer resultado la mitigación de la censura en prensa, radio y televisión; así abrió el camino a la libertad de expresión, ausente en Checoslovaquia desde 20 años atrás.
Los dirigentes soviéticos se alarmaron y el proceso de liberalización -la Primavera de Praga- se vio amenazado desde el exterior; y en 1968 fue brutalmente interrumpido con las fuerzas del Pacto de Varsovia que invadieron el país, asesinando toda posibilidad de democratización. Acusado de "traidor" , de ser "agente de la CIA" y de querer conducir el país hacia el capitalismo, Dubcek fue detenido, despojado de sus cargos y llevado a Moscú; se le destinó a trabajar en un jardín botánico estatal, mientras su país regresaba a la ortodoxia neoestalinista. "Fueron años de humillación que no quebraron las ilusiones reformistas de este político tenaz y siempre esperanzado".
En 1989, mientras las fuerzas liberadoras impulsadas por Gorbachov se abrían paso de modo imparable, Dubcek fue rehabilitado y agasajado como el gran precursor de las reformas necesarias. En 1990 pasó a formar parte de la comisión restauradora de las libertades democráticas y, junto al escritor Vaclav Havel, alcanzó la máxima popularidad. Nombrado Presidente del Parlamento democratizado, hizo abandono del cargo para manifestar su inconformidad con la situación del estado que conducía al desmembramiento del país. Pero sus llamamientos a la unidad fueron inútiles. Falleció en Praga, luego de sufrir un accidente automovilístico.