México, 28 nov (EFE).- Los restos de la actriz Dolores del Río (1904-1983) se trasladaron hoy a la Rotonda de Personas Ilustres, en el Panteón de Dolores de la Ciudad de México, debido a su gran aportación a la cinematografía de este país y del mundo.
En el acto también se colocaron en la Rotonda las cenizas de otras dos mujeres mexicanas, la escritora Emma Godoy, autora de "Cuentos del Mundo" y "Sombras de Magia"; y la jurista mexicana María Lavalle Urbina, quien abrió el camino para que las mujeres del país accedieran a puestos de representación popular.
El Secretario de Gobernación, Carlos Abascal; la titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Sari Bermúdez; la presidenta de la Fundación Colosio, Beatriz Paredes; y el actor Luis Gimeno, en representación de la Asociación Nacional de Actores, asistieron a la ceremonia.
Del Río demostró desde pequeña aptitudes para la danza, arte que la haría famosa entre el selecto grupo social en el que se desenvolvía.
Fue en un recital de baile donde la joven Dolores conoció a Jaime Martínez del Río, un refinado y culto heredero con el que contrajo matrimonio tan sólo dos meses después.
En 1925, la pareja ofreció una fiesta a la que asistió el norteamericano Edwin Carewe, productor de Hollywood, que quedó hechizado con la actriz.
El productor convenció al matrimonio de abandonar su vida en la capital mexicana y emigrar a Hollywood, donde Dolores se convertiría en una estrella del cine.
En la meca del cine, Del Río filmó más de 30 películas, se divorció de su primer esposo, se casó con el escenógrafo estadounidense Cedric Gibbons y se convirtió en una celebridad internacional.
Cuando su carrera entró en declive, regresó a México, sin imaginar que iniciaría una nueva y exitosa trayectoria, que complementó con la fundación de una guardería para hijos de actores que lleva su nombre. EFE
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