Vicenza, Italia (dpa). Decenas de miles de italianos se manifestaron hoy contra la ampliación de la base militar estadounidense en la norteña ciudad de Vicenza.
"Vinimos para decir no a la guerra", dijo una participante. Según los organizadores hubo 100.000 manifestantes, aunque esta noche las autoridades los estimaron en 80.000. Entre otros asistió el Premio Nobel de Literatura Dario Fo.
Pese a los temores, la protesta convocada por comunistas y críticos de la globalización, y también grupos de la coalición de gobierno, como los verdes, transcurrió sin incidentes, según informó la televisión pública italiana al terminar la manifestación.
Sin embargo, hubo coros aislados llamando a la solidaridad con 15 supuestos miembros de las Brigadas Rojas, detenidos esta semana. El hecho fue condenado por la amplia mayoría de los participantes. Franco Giordano, jefe del Partido Refundación Comunista, la calificó de "infame".
Las escuelas y los museos de la ciudad permanecieron cerrados, al igual que muchos comercios. Helicópteros de la policía vigilaron las calles y 5.000 agentes fueron destinados a la marcha. Según la televisión, algunos estadounidenses participaron en la manifestación, con una pancarta que decía "Not in our name" ("No en nuestro nombre").
Pocas horas antes de su inicio, el primer ministro italiano, Romano Prodi, llamó a la calma a los manifestantes. Las manifestaciones son "la sal de la democracia", pero tienen que transcurrir "de forma pacífica y sin violencia", dijo Prodi.
La embajada estadounidense en Roma instó a sus ciudadanos a evitar Vicenza y sus alrededores este fin de semana. Las autoridades temían que extremistas y anarquistas se mezclaran entre los manifestantes que portaban "banderas de paz" con los colores del arco iris. Otras sin embargo llevaban leyendas como "Yankee Go Home".
El gobierno de centroizquierda de Prodi autorizó hace un mes la ampliación de la base. Sin embargo, sus críticos exigen un referéndum entre los habitantes y alegan que causará daños al medio ambiente porque para hacerla se destruirá una zona verde. Prodi inisiste en que no dará marcha atrás en la aprobación de la ampliación.
En la base de Vicenza hay 2.750 soldados estacionados y en los próximos tres años se espera que el número aumente en otros 1.800, que serán retirados en su mayoría de bases en Alemania, según un acuerdo previo entre el entonces primer ministro Silvio Berlusconi y el presidente norteamericano George W. Bush.
Los analistas locales interpretan la movilización como una señal del creciente descontento con la política exterior del gobierno de centroizquierda instaurado en mayo de 2006. Además de dar luz verde a la ampliación de la base desoyendo críticas internas, el gabinete de Prodi extendió la misión de las tropas italianas en Afganistán. Berlusconi habló de un "día triste" para Italia.