El primer establecimiento público con un menú en el que fuera posible realizar una selección, lo abrió en París, en 1765, un vendedor de sopas de apellido Boulanger. El letrero decía "restaurants", es decir, "restaurativos", en referencia a las sopas y caldos que allí se servían. La palabra se asoció con el floreciente negocio y se "exportó" a Francia, Inglaterra, Alemania y Noruega; en Rusia se modificó a "restoran, y en España y Portugal se utilizó la versión "restaurante".