Al iniciar el proyecto de construcción de una casa, la gran pregunta que surge es ¿con qué construir? Pero tomada la decisión, a algunos les asalta la duda: ¿Será ese el mejor sistema? ¿Me permitirá lograr los acabados que quiero? ¿Se ajustará a mi presupuesto?
Las empresas fabricantes de sistemas constructivos reconocen que lo más difícil de su negocio ha sido erradicar la "cultura del bloque" que hay en el país, es decir, convencer a la gente de que más allá del sistema tradicional de mampostería, el mercado ofrece distintas opciones para construir, que demandan menos tiempo y materiales en algunos casos, e incluso permiten acabados my similares a los del block.
Decidirse, sin embargo, no es tarea fácil, pues cada sistema tiene puntos a favor y en contra. Por eso, hay que indagar, buscar la asesoría de un profesional incorporado al Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA) y antes de decir sí, tener la certeza de que el sistema elegido cumple con las nuevas regulaciones del Código Sísmico.
Recuerde que muchas veces las apariencias engañan y que la primera impresión no es siempre la que prevalece al final de la obra.
Bloques de altura
Para muchos es el sistema más conocido y confiable, ya que su uso empezó a difundirse masivamente en el país a partir de los años 50. Hoy día, a la mampostería se le atribuyen cualidades como excelente aislante del ruido y el calor, además de su larga vida útil, versatilidad y resistencia a los sismos y la humedad.
No obstante, señala el arquitecto José Fernando Rojas, hay que tener cuidado con la elección de los bloques, ya que muchas veces se fabrican con una mezcla de concreto generalmente de calidad inferior a la que utilizan algunos sistemas prefabricados de concreto.
Por esa razón, los expertos recomiendan revisar que los bloques tengan un color gris claro, no blanquesino, y que sus bordes y filos estén bien definidos. La textura debe ser firme y no presentar desboronamiento para evitar el desperdicio de material mientras se construye.
Un método práctico (no científico) que utilizan los maestros de obra para comprobar la calidad del block consiste en su resonancia. Si al golpearse ligeramente este emite un sonido sordo y hueco, probablemente se trate de un block de baja calidad.
Ahora bien, como valor agregado, la mampostería permite ocultar sin problema las conexiones electromecánicas de la vivienda y obtener cualquier tipo de acabado. Pero al ser un sistema mucho más artesanal que el "prefa", también requiere de un mayor trabajo en sitio para colocar todos los elementos (varillas, viga corona, bloques, marcos, etc.), lo cual podría demandar más tiempo y un costo mayor en mano de obra.
"Prefa" a su gusto
El prefabricado comenzó a utilizarse primeramente en viviendas de interés social y esto a criterio del arquitecto Rojas, y el ingeniero Maggio Cercone, de la empresa MultiDisciplinas, generó en un principio cierto temor en la gente a construir con este sistema. Sin embargo, las cosas han cambiado a tal punto que hoy se ha convertido en una alternativa de gran demanda en la construcción de casas y edificios.
Los más beneficiados, sin duda, han sido los usuarios, pues además del tradicional sistema de baldosas y columnas de concreto ("prefa"), y el sistema de baldosas lisas, también han surgido otros tipos de prefabricado, como el de paneles tridimensionales de poliestireno (estereofón) con estructura de alambre o malla electrosoldada, que permiten hacer edificaciones menos rígidas, incluso de varios pisos, y con fachadas y acabados de gran belleza.
"Los paneles Covintec, por ejemplo, permiten construir una loza de entrepiso, curvas en paredes, cúpulas, bóvedas y detalles similares, por tratarse de un sistema flexible, pero de gran resistencia estructural", apuntó Cercone.
Sin embargo, para el ingeniero José Roberto Solís, más allá de la apariencia o el acabado que se pueda lograr, lo más importante es asegurarse de que el sistema sea realmente confiable y apto para lo que se quiere construir.
"Hay que saber la procedencia de las estructuras y de los componentes (columnas, baldosas etc.), tener certeza de que los materiales se adaptan a las condiciones de nuestro clima, y seguir las recomendaciones del fabricante para la colocación de las piezas.
Y es que precisamente, hacer caso omiso de esas instrucciones o contratar los servicios de personas que desconocen el sistema, es un riesgo que se corre, pues aunque la instalación normalmente es rápida y sencilla, si no se hace bien, puede provocar a futuro rupturas o agrietamientos en paredes y juntas.
En algunos casos, indica el ingeniero Fausto Jara, de CEMEX Costa Rica, el prefabricado limita un poco el diseño o la posibilidad de construir en terrenos quebrados, hacer una segunda planta o una ampliación. En el sistema de mampostería tradicional estos inconvenientes casi no se dan, dijo.
"Si se requiere de un segundo piso, lo ideal es hacer un sistema estructural de marcos de concreto (vigas y columnas chorreadas) que soporten la estructuración real de un cerramiento, pues casi ninguna vivienda prefabricada está preparada para soportar más peso que el indicado en el manual", comentó Rojas.
En general, los especialistas consultados le atribuyen al prefabricado las ventajas de ser un sistema que permite un ahorro de tiempo, mano de obra y desperdicio de materiales, lo que al final redundará en un beneficio para el cliente.
"Hay quienes mezclan el prefabricado con la mampostería de bloques de concreto o con materiales como el ladrillo de barro cocido y la piedra mollejón en el caso de los enchapes; todo depende del presupuesto, los acabados y la decoración que se quiera lograr", afirmó el ingeniero Solís.
Así es que si quiere casa para rato tómese el tiempo para indagar, no escatime ni se deje llevar por la primera impresión. Recuerde que al igual que sucede con los lotes, en las casas lo que se mantiene es el valor del dinero en el tiempo. ¡Buena suerte con su decisión!
Frente a frente
Mampostería tradicional (de bloques)
Ventajas : Excelente comportamiento desde el punto de vista estructural y sísmico. Larga vida útil, versatilidad en el diseño y diversidad de acabados (repello, estuco, enchapado, empapelado, etc).
Desventajas : Los bloques son moldes de concreto, cuya calidad en algunos casos es inferior al utilizado en los sistemas prefabricados de concreto armado. Algunos son arenosos y tienden a reventarse con el tiempo. Al ser un sistema más artesanal, requiere de una mano de obra cuidadosa en los detalles y el desperdicio de materiales.
Sistemas prefabricados
Ventajas : Rapidez en el proceso constructivo y ahorro de mano de obra y dinero. En algunos casos, los paneles y columnas ya vienen numerados, lo cual facilita su colocación y el desperdicio de materiales. La mayoría de estos sistemas traen previstas eléctricas y son resistentes a la compresión, el calor, la humedad y los sismos, por lo que el valor agregado del producto es alto y el precio de mercado muy similar al de una construcción de bloques de concreto.
Desventajas : Por su función estructural autosoportante, algunos sistemas no son proyectables a un segundo piso, ni pueden levantarse en terrenos muy quebrados. Si las paredes no son recubiertas, las juntas siempre se notarán; aunque por lo general el prefabricado permite obtener acabados lisos.
Fuente : especialistas consultados.